Renfe ha pedido a la empresa subcontratada de seguridad, Sureste, “apartar inmediatamente” a los vigilantes que han propiciado una brutal paliza a un joven de Gambia en la estación de Plaza de Catalunya (Barcelona). Desde Renfe han solicitado a la compañía de seguridad la apertura de un expediente informativo a los cuatro trabajadores que aparecen en el video al que ha tenido acceso ElPlural.com en las últimas horas y recalcan que la responsabilidad ahora es de la empresa especializada en seguridad. 

 

Desde Renfe reiteran “no tolerar ninguna actitud ni verbal ni física que pueda atentar contra la integridad” de los clientes, “independientemente del hecho anterior que se haya producido”. El video de la brutal paliza de los vigilantes de seguridad -vestidos con el uniforme de Renfe- en la tarde de este miércoles contra un joven procedente de Gambia ha despertado de nuevo las críticas a los vigilantes, en este caso producida en la céntrica estación de Barcelona. De hecho, el resto de usuarios presentes en el andén interpelaban a los cuatro trabajadores de seguridad a dejar de golpear al joven.

El incidente producido en la estación barcelonesa de Plaza Catalunya ha contado con la intervención final de la Guardia Urbana tras la brutal paliza de los vigilantes al joven, tal y como han revelado fuentes presentes en la estación. Por el momento se desconoce el origen del forcejeo entre el joven y los cuatro vigilantes de seguridad, subcontratados por la empresa especializada Sureste aunque uniformados con ropa de trabajo de Renfe, como se aprecia en el video al que ha tenido acceso este medio. 

Sureste es la empresa que debe abrir expediente a los cuatro vigilantes 

Desde Renfe recalcan que es Sureste, la empresa subcontratada para mantener la seguridad en las estaciones, la que tiene que abrir el expediente a los cuatro vigilantes que aparecen en el video y no Renfe. "No son trabajadores de Renfe", defienden desde la compañía. 

El video, grabado por uno de los usuarios que se encontraba en la estación durante la paliza, muestra cómo los cuatro vigilantes de seguridad rodean al joven como un primer paso para cercarle ante una actitud aparentemente nerviosa. Ante el empujón del joven a uno de los trabajadores de seguridad, como muestran las imágenes, los cuatro vigilantes uniformados le golpean hasta bloquearlo en el suelo, incluso poniendo la rodilla de uno de ellos sobre la cabeza del joven. Los usuarios del tren pedían a los vigilantes soltar al joven o, al menos, reducir la agresividad contra él.

La actitud de los responsables de seguridad no cambiaba ante la petición y los gritos del resto de usuarios, sino que incluso uno de ellos se llegó a encarar con los demás asistentes. En un momento dado incluso intenta tirar el móvil a la persona que está grabando la brutal paliza al joven procedente de Gambia. Por su parte, el joven intentaba escapar de los cuatro guardias de seguridad mientras estos intentaban que el resto de usuarios del tren no grabaran la agresión en el medio del andén, sin éxito, ya que volvían a capturarlo a la fuerza, con un intento de ponerle unas esposas mientras está retenido en el suelo. 

Finalmente la presión social del resto de viajeros consigue que los cuatro vigilantes suelten al joven, que recibe la ayuda y el apoyo de todos los viajeros que pasan por allí, ofreciéndole una botella de agua y asiento en uno de los bancos de la estación. El joven puede levantarse del suelo por sí mismo, todavía con una esposa puesta pero presenta restos de sangre en la ropa tras el brutal ataque propinado por el personal de seguridad mientras estaba retenido en el suelo de la estación, con uno de los vigilantes sentado encima de su cabeza durante algunos momentos de la grabación realizada por uno de los presentes.

Antecedentes de ataques racistas

Por el momento se desconoce tanto el motivo del primer control de los cuatro vigilantes contra el joven en la estación de Plaza Catalunya como por qué se produce el primer forcejeo entre ambos en el andén. No obstante, la paliza propinada por los responsables de seguridad de la estación recuerda a otros ataques racistas, tanto en España como en el resto del mundo. El gesto de colocar la rodilla sobre la cabeza del detenido, en este caso simplemente bloqueado en el andén, recuerda a la muerte de George Floyd en Estados Unidos en 2020 por la brutal actitud policial.