De la mano de Dana Vachon y la editorial Temas de Hoy en España, Jim Carrey ha publicado Recuerdos y desinformación. Se trata de una novela de autoficción con la que poder desquitarse de sus idas y venidas con la industria de Hollywood. En su autobiografía semificticia, Jim Carrey escribe sobre un Jim Carrey con aspectos de su vida y con el que el lector puede jugar a adivinar qué personajes, o qué parte de ellos, son o no reales.
Con la intención de señalar las preocupaciones vitales habituales en una actor, y que puede compartir con cualquier persona, como el miedo a caer en la irrelevancia o la necesidad de ser siempre excepcional, Recuerdos y desinformación comienza presentándonos a un Carrey deprimido en su casa de Los Ángeles, pasando las horas viendo Netflix mientras Nicolas Cage trata de apoyarle y animarle. Una escena que probablemente se haya repetido en varias ocasiones ya que Carrey reconoció ya en 2004 que padece esa enfermedad y también es bien conocida su amistad con Cage.
En esa deprimente situación aparecen los recuerdos del momento en el que el humorista más irreverente de la industria norteamericana tocó el olimpo con su papel en La máscara. Un pelotazo a nivel mundial que le otorgó una fama que el actor continuó alimentando con sus interpretaciones en Dos tontos muy tontos o Ace Ventura. Sin embargo, el Oscar se le resistía a pesar de que intentó mostrar su versatilidad a la Academia con El show de Truman y Ólvidate de mi. La estatuílla se terminó de alejar Phillip Morris te quiero, largometraje en el que interpretó con maestría al protagonista pero en el que tenía lugar una penetración anal homosexual con la escandalizó a un Hollywood altamente beato.
Ese momento se le juntó con la ruptura con Renée Zellweger, a la que había conocido trabajando en Yo, yo mismo e Irene. Pero lo que realmente hundió a Carrey es que la actriz le dejaba por otro, un torero español y que ahora conocemos como 'el torero de Vox': Morante de la Puebla.
La impactante revelación para el lector español da paso a la decisión del actor para escoger entre una película de Disney con la que lavar su imagen tras el escándalo de Phillip Morris te quiero o una película marxista con Charlie Kauffman y Anthony Hopkins en la que se trata la hambruna en China y la irrupción de Mao. Carrey comienza a obcecarse con este relato y empieza a hablar con acento cantonés, a leer a Karl Marx o a celebrar fiestas de temática china a las que acudían lo más granado del cine norteamericano. En una entrevista al New York Times, Carrey reconocía que había enviado cartas explicativas a Cámeron Díaz, Brad Pitt, Angelina Jolie, Jane Fonda, Gwyneth Paltrow, Nicolas Cage o Hopkins para aclarar que sus apariciones en la novela son "una sátira y una parodia, pero también se hace con reverencia".
Otras muestras de lo cercano a la realidad de los personajes del libro son las pinceladas con las que Carrey describe a cada actor. Jane fonda es un activista, odia a Tommy Lee Jones por meterse con él durante el rodaje de Batman, o Tom Cruise, al que denomina "Iluminación láser" para evitar meterse en problemas legales.