Pocas veces la reina Sofía ocupa titulares por sufrir algún problema de salud. La madre del rey Felipe VI siempre ha demostrado poseer una salud de hierro y por ello, su ingreso el pasado 10 de abril en el hospital Ruber Internacional de Madrid debido a un problema del tracto urinario generó cierta preocupación.

La última vez que estuvo ingresada en un hospital, al menos de forma pública, fue en 1968, por el nacimiento de su primogénito.

Tras este último ingreso, el pasado 10 de abril, los días transcurrían y la emérita no cesaba de recibir visitas mientras continuaba controlada en su habitación, lo que inquietó cada vez más.

Afortunadamente, el pasado 14 de abril, la abuela de la princesa Leonor y la infanta Sofía recibió el alta. Muy sonriente y animada se mostró durante su salida del centro médico, señal de que su recuperación había evolucionado de manera positiva. Ahora queda claro que la misma ya es total, ya que doña Sofía retomará su agenda la próxima semana.

Era conocido que se encontraba bien, pero hubo dudas de si esa recuperación era al 100% por un pequeño detalle cuando recibió el alta. A pesar de que la madre del rey aseguró a todos los presentes que “se encontraba como nueva”, aún llevaba colocada la vía intravenosa en la muñeca, la cual quedó a la luz cuando desde el coche, sacó el brazo para saluda a los fotógrafos, lo que hizo pensar que, posiblemente, la emérita aún necesitaría recibir algo de medicación por esta vía desde casa.

Si ha sido así, sus problemas en el tracto urinario ya están más que controlados porque el próximo martes 23 de abril, doña Sofía reaparecerá tras estos complicados días en los que le ha tocado descansar y cuidarse. Lo hará acudiendo a la 36ª Global Conference Of Alzheimer’s Disease Internacional-ADI.

La emérita se encuentra con fuerzas suficientes como para coger un vuelo y viajar hasta Cracovia, Polonia, donde se llevará a cabo este evento que toca un tema con el que la emérita siempre ha mostrado compromiso.

La reina será una de las figuras más destacadas durante la inauguración del acto y asistirá a los encuentros programados hasta el jueves 25 de abril, momento en el que regresará de nuevo a España.

Allí conocerá de primera mano los avances alcanzados en la investigación para luchar contra esta enfermedad. La propia fundación que lleva su nombre ha desarrollado el Proyecto Alzheimer, que centra sus esfuerzos en la investigación, prevención y divulgación sobre esta enfermedad, así como en ayudar y apoyar a afectados y familiares que conviven día a día con el Alzheimer.

Un alta que se demoró

La estancia de la reina Sofía en el Ruber Internacional debido a un problema en el tracto urinario se alargó más de lo previsto. Aunque en un primer momento la información difundida era que se encontraba bien y en observación, lo que dio a entender que su ingreso sería cuestión de horas, lo cierto es que la madre de Felipe VI estuvo en total 5 días.

Esa demora en su alta estaba comenzando a preocupar a los más fanáticos de la realeza y en concreto de la figura de la Reina emérita. También el goteo incesante de visitas que estaba recibiendo. Su hijo, Felipe VI, su nuera, Letizia, su hija, la infanta Elena, o su hermana, la princesa Irene de Gracia, se han acercado a lo largo de estos días por el hospital para visitar y apoyar a Sofía.

Para que no quede duda de que su recuperación ha sido de lo más favorable, y de que ya se encuentra bien, la madre de Felipe VI, salió del hospital por su propio pie y bajó la ventanilla del coche mostrando una amplia sonrisa por su alta, un buen estado de salud que se ha confirmado este viernes al confirmarse su viaje a Polonia la semana que viene.

Síguenos en WhatsApp y recibe las noticias destacadas y las historias más interesantes