Las redes sociales se inundaron de críticas el pasado sábado tras la celebración de un concierto de Rapahel que reunió a 5.000 personas en el Wizink de Madrid. Con las celebraciones navideñas a la vuelta de la esquina y con las restricciones impuestas por la Comunidad de Madrid así como otras regiones, nadie alcanzaba a entender cómo era posible que el artista pudiera comandar tal evento mientras el común de los mortales no podría ver en Navidad a más de cinco familiares o allegados. Pues bien, no solo hizo un concierto el sábado para 5.000 personas, sino que peses a las críticas, el domingo repitió.

La presidenta de la Comunidad de Madrid defendió la celebración del concierto de Raphael, insistiendo que en que la incidencia de Covid en la región "no es mala". "Si no no se hubiera hecho”, dijo preguntada por los medios durante su asistencia a la manifestación en protesta contra la Ley Celáa celebrada en la capital. 

Ayuso ha explicado que "la imagen confunde, porque el Palacio de los Deportes tiene una capacidad para 16.000 personas y ayer estaba al 30%".

Por su parte, desde el Wizink publicaron un tuit en el que justificaron que se habían respetado todas las normas de seguridad.