El Chavo del 8 fue una serie de televisión mexicana de los años 70 que consiguió un gran éxito en el país latinoamericano, trasladándose a España con la misma fuerza veinte años después, a principios de los 90. Un grupo de actores caracterizados de niños, entre los que se encuentra una persona que luchó contra Franco en la Guerra Civil, se convirtieron en los famosos miembros de una ficción creada y protagonizada por Roberto Gómez Bolaños, quien interpreta a un niño pobre residente en un barrio de vecinos que aúna clichés y estereotipos asociados a la población de México.

El actor popularizó frases como “fue sin querer queriendo” o “es que no me tienen paciencia”, mientras que El Chavo del 8 también lanzó al estrellato a personajes como Kiko, la Chilindrina, el profesor Jirafales, doña Florinda, don Ramón o doña Clotilde. Esta última protagonista, apodada ‘la bruja del 71’, fue interpretada por la actriz María de los Ángeles Fernández Abad, quien posee una historia absolutamente desconocida para el público de la ficción mexicana relacionada con la Guerra Civil española.

Según revela Vanitatis, ella pertenecía a una familia humilde del Madrid de los años 30, por lo que nunca había valorado adentrarse en el mundo del espectáculo. Sin embargo, el 18 de julio de 1936 las élites militares se sublevaron contra el Gobierno de la Segunda República tras las elecciones de febrero de ese mismo año, hecho que provocó que una adolescente Ángeles Fernández se uniera a la Guerrilla Republicana para defender la democracia española. La futura intérprete de El Chavo del 8, Angelines, llamada así de forma cariñosa dentro de su familia, aparece en fotografías de la época junto a sus compañeras de una lucha que desembocó en una Guerra Civil de tres años de duración, extendiéndose hasta 1939.

Después de la victoria del bando golpista, encabezado por Francisco Franco, el propio general del Ejército español se hizo con el poder e instauró una dictadura en el país. Una vez terminada la Guerra Civil y con el establecimiento de un nuevo régimen que eliminó la democracia por la fuerza, la opositora emigró a México para huir de España por su vinculación y pertenencia al bando democrático, representado por las personas que defendieron la Segunda República. “Al trabajar en las guerrillas de España, mi mamá fue catalogada como antifranquista, entonces ella necesitaba salir de su país natal, considerando que su vida era difícil. Llegó a México en 1947, después vivió en La Habana, en lo que arreglaba sus papeles y regresó para trabajar en las películas de Cantinflas y Arturo de Córdova”, declaró su hija Paloma sobre el exilio de la actriz de El Chavo del 8 durante una entrevista en 1999.

Durante su estancia en el país latinoamericano participó en obras de teatro de la televisión y en radionovelas con las que comenzó a hacer sus primeros pinitos en el mundo artístico. En contrapartida, no tuvo tanto éxito en el cine debido a su físico en un momento en el que trabajaban mujeres con cuerpos que se adecuaban al canon de belleza de la época. Pero Angelines no sabía que su popularidad se dispararía en la década de los 70 con El Chavo del 8, una serie de televisión aclamada por el público que se convirtió en un fenómeno sociológico en México y toda Hispanoamérica.

Su personaje, Doña Clotilde, es una señora soltera que vive en el departamento 71 con una personalidad extravagante y llena de manías. Enamorada de don Ramón, no le gustan los niños, quienes además se burlan de ella y le apodan como ‘la bruja del 71’, en referencia al número de su domicilio. La actriz de El Chavo del 8 continuó con su profesión hasta que su salud se resintió tras muchos años como fumadora, siéndole detectado un cáncer de pulmón a los 67 años. Dos años después del diagnóstico de la enfermedad, Angelines falleció el 25 de marzo de 1994 en Ciudad de México, lejos de una restablecida democracia española para la que había luchado casi 60 años antes durante la Guerra Civil.