La Audiencia de Lleida ha condenado a los padres de Nadia Nerea, la niña afectada de ticotriodistrofia, por estafa continuada y agravada, con una pena de cinco años de prisión para el progenitor, Fernando Blanco, y tres años y medio para la madre, Margarita Garau.

La Audiencia considera que Fernando Blanco y Margarita Garau utilizaron la enfermedad de su hija para recaudar 402.232 euros, según la cifra fijada por el tribunal. Los condenaos tendrán que pagar una multa y las costas del procedimiento judicial. Además, tendrán que hacer frente al pago de una indemnización para cada uno de los donantes, que fueron perjudicados por el engaño.

Un plan para lucrarse

Según la sentencia, Nadia Nerea padece una enfermedad rara que provoca "alteraciones cutáneas, oftalmológicas y trastorno del desarrollo y del lenguaje en un contexto de inteligencia límite", pero no había "riesgo vital inminente" para la menor, como decían los padres para reclamar donaciones.  La Audiencia ve probado que los condenados "urdieron un plan para obtener un lucro patrimonial ilícito".