La princesa Leonor comenzará este lunes su último curso de formación militar en la Academia General del Aire, situada en San Javier, Murcia, dando así un paso decisivo en su preparación como futura capitana general de las Fuerzas Armadas cuando acceda al trono.

Tras completar con éxito sus estudios en la Academia General del Ejército de Tierra en Zaragoza y en la Escuela Naval Militar de Marín (Pontevedra), donde incluso participó durante seis meses en la navegación a bordo del buque escuela ‘Juan Sebastián Elcano’, la heredera al trono ingresa ahora como alumna de cuarto curso, centrando su formación en el pilotaje de aeronaves.

Siguiendo la tradición de la familia real española, primero con su abuelo Juan Carlos I y luego con su padre Felipe VI, la princesa Leonor ha recibido una formación específica y adaptada para familiarizarse con el funcionamiento de los tres ejércitos y con la vida castrense. Este recorrido le permitirá desempeñar mejor sus futuras responsabilidades como Reina de España.

En San Javier, la Princesa se formará para pilotar los aviones de entrenamiento PC-21 Pilatus, aeronaves turbohélice que han reemplazado a los antiguos C-101 a reacción en los que aprendieron a volar tanto su abuelo como su padre, en los cursos de 1958/59 y 1987/88 respectivamente.

El director de la Academia, coronel Luis González Asenjo, ha evitado detallar los plazos específicos de la formación de la alférez Borbón, así como la fecha de su primer vuelo junto a un instructor. Sin embargo, el proceso habitual indica que entre un mes y un mes y medio desde el inicio del curso los alumnos comienzan a familiarizarse con la aeronave mediante simuladores antes de pilotar el avión real.

La formación de los pilotos comienza con un simulador CBT (Computer Based Training), que ofrece una visión del entorno exterior a través de tres pantallas y una réplica de los mandos. Posteriormente, los alumnos pasan al FTD (Full-flight Training Device), un simulador avanzado que reproduce la cabina del Pilatus y proporciona una visión de 180 grados, permitiendo entrenar maniobras complejas y situaciones de emergencia con todo el equipo a bordo, que pesa aproximadamente 7 kilos.

Tras esta fase, los alumnos realizan su primer vuelo real acompañados de un instructor. Los vuelos posteriores se combinan con clases en simulador hasta acumular entre 50 y 60 horas en cada modalidad. La “suelta”, es decir, el primer vuelo en solitario, se realiza solo cuando el piloto demuestra las habilidades necesarias, sin plazos fijos. En el caso de la Princesa Leonor, todavía no se ha confirmado si volará en solitario durante este curso.

A pesar de su condición de heredera, en la Academia se subraya que la Princesa será “una alumna más”, compartiendo camareta con otras tres alumnas y respetando el riguroso horario de la institución: toque de diana a las 6:30, clases hasta las 18:00 y silencio absoluto desde las 22:30. Sus tardes estarán disponibles para estudiar o pasear por las localidades cercanas, y podrá disfrutar de fines de semana libres y vacaciones, igual que el resto de los cadetes.

Al concluir este curso, previsto para el próximo mes de julio, la princesa Leonor habrá completado su formación castrense y dará comienzo a sus estudios universitarios. Aunque aún no se ha confirmado la carrera ni la universidad elegida, todo apunta a que seguirá la tradición familiar y estudiará en alguna institución española, al igual que su padre, quien cursó Derecho en la Universidad Autónoma de Madrid.

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