Este viernes se conmemoró el 110 aniversario del nacimiento de “Cancionero y romancero de ausencias”. Pero sí Miguel Hernández es recordado, conmemorado, difundido y dignificado cada día, desde hace cinco años, es un pequeño y bello pueblo del Parque Natural de la Sierra de Cazorla, Segura y Las Villas y en cuyo término nace el Guadalquivir. Se trata de Quesada, donde el Museo Miguel Hernández/Josefina Manresa alberga todo su amplísimo legado ¿y por qué en un pueblo de Jaén de apenas 6.000 habitantes y no en la tierra natal del poeta, la Comunidad valenciana? Hay toda una historia de sectarismo político e ignorante detrás.

Museo Miguel Hernández en Quesada


Se puede decir que PP valenciano lo dejó perder por razones ideológicas y Jaén adoptó al poeta de Orihuela en la tierra natal de su mujer, Josefina Manresa En 2012 el equipo de gobierno de Elche -PP- suspendió el acuerdo de colaboración suscrito con los herederos del poeta cuando todo estaba cerrado para que el importantísimo legado del poeta nacido en Orihuela permaneciese en la ciudad. En el convenio se recogía también la creación de una fundación pero, acogiéndose a motivos económicos. El acuerdo era fácil ya que se trataba solo de ratificar lo pactado con la familia durante el mandato anterior del socialista Alejandro Soler en octubre de 2010. Ese acuerdo, garantizaba la permanencia del legado de Miguel Hernández durante 20 años por un importe de tres millones de euros. Si se tiene en cuenta la capacidad económica del ayuntamiento ilicitano y dimensión política con una población superior a muchas capitales de provincia españolas, más de 232.000 habitantes y su cercanía a Orihuela (a unos 20 minutos), es evidente que la adquisición del legado con su consiguiente museo, hubiera supuesto para Elche dotarse de un enorme recurso cultural y turístico de primer orden y que hubiera amortizado en poco tiempo la inversión inicial.
 

Razones ideológicas


Entonces ¿por qué el ayuntamiento lo rechazó? No cabe más respuesta que la ideológica y la de ver a Miguel Hernández como un símbolo de la izquierda más que como el gran poeta que fue. Esta tesis se asienta más si se tiene en cuenta que ese mismo ayuntamiento del PP, dos semanas antes, acordó retirar el nombre a un jardín en conmemoración de “La Pasionaria” sustituyéndola por el de “República argentina”. Cabe destacar que cuando la alcaldesa popular, Mercedes Alonso, fue preguntada por la ubicación de un busto dedicado a la dirigente que ya habían retirado del jardín, comentó: "El monolito está destruido, no existe, es historia". Sin embargo no tuvo reparos en que al mismo tiempo que quitaba el nombre a Dolores Ibarruri, le imponía a una calle la denominación de un alcalde franquista porque consiguió cosas "muy importantes para Elche". La alcaldesa llegó a manifestar que si los socialistas querían que el legado del poeta se quedase en Elche "Qué lo paguen ellos de su bolsillo”.


El portavoz del Partido Popular justificó la decisión en que "no existía ninguna vinculación" de la política comunista con el municipio y que el importe pactado por el anterior gobierno (PSPV-PSOE), de 3 millones de euros a lo largo de 20 años, "superaba la tasación realizada por la Biblioteca Nacional sobre el legado de Miguel Hernández, que lo valoraba en 2,1 millones de euros".

Ante el riesgo, luego confirmado, de la posible pérdida del legado por su traslado a la localidad jiennense de Quesada, pueblo de su mujer, Josefina Manresa, la alcaldesa del PP dijo no entender "por qué a Quesada se lo dan gratuito y a nosotros nos quieren cobrar tres millones de euros” a la vez que reconocía la publicidad y la envergadura de la ciudad de Elche (250.000 habitantes) frente a la de Quesada (6.000). Falso de toda falsedad esa aseveración de la regidora que la Diputación de Jaén, propietaria actual del legado tras ubicarlo en Quesada, lo es tras haberle abonado a la familia los tres millones de euros en un acuerdo sellado a finales de 2013, aunque el fondo del poeta llegó a Jaén más de un año antes, en agosto de 2012, procedente de la caja fuerte donde permanecía tras truncarse las relaciones entre los herederos y el Ayuntamiento de Elche.


La justicia, nunca mejor dicho “poética”, llegó años después cuando un juzgado de Elche obligó al Ayuntamiento a pagar 118.000 euros -más 22.392 euros de intereses- por romper el acuerdo suscrito en 2010 para que el legado del poeta permaneciera en Elche como consecuencia del recurso que interpuso la nuera del poeta, Lucía Izquierdo.


La presencia del poeta en la provincia de Jaén fue breve pero intensa


Miguel y Josefina Manresa se conocieron en Orihuela, pero Jaén fue elemento crucial entre ambos. Hija de un guardia civil destinado en el cuartel de Quesada, la familia Manresa vuelve en 1927 a la provincia de Alicante, de la que son originarios, concretamente a San Miguel de Salinas. Josefina trabaja como aprendiz en distintos talleres de costura. Miguel Hernández llegó a la capital jiennense en marzo 1937 para dirigir el Altavoz del Frente Sur, un periódico republicano. Fue una presencia breve pero intensa en la provincia. Se implicó mucho como todos los intelectuales. Unos días antes se había casado con Josefina a la que conoció en la feria de Orihuela, donde ambos vivían. "Quesada fue la tierra que me vio nacer, y de Jaén, andaluza, me consideré siempre", dijo la esposa del poeta de las “Nanas de la Cebolla”.


Lo que no supo defender Alicante lo ganó Jaén


Y es que aunque Miguel Hernández no nació en Jaén, ya es de Jaén. El legado del poeta que no supo o no quiso defender el PP alicantino, vino a estas tierras del Sur tras firma del acuerdo de la Diputación con la familia del poeta para la compra y traslado de su amplio legado a Quesada y la posterior apertura en mayo de 2015 del museo Miguel Hernández/Josefina Manresa.

Si las instituciones valencianas no quisieron salvaguardar su nombre ni preservar su memoria, la Diputación de Jaén y su presidente Francisco Reyes, sí.

La institución provincial compró a los herederos del poeta 5.600 documentos, entre manuscritos, poemas y otros materiales. Un museo para conocer su literatura, sus versos, sus escritos, y donde acercarse un poco más a su personalidad, a su vida. Dotado de cinco salas expositivas identificadas e i con sus obras más significativas: Perito en Lunas (entre 1910-1934); El Rayo que no cesa (1935-1936); Viento del pueblo (1936-1939); Romancero y cancionero de ausencias (1936-1939); y El legado del poeta (de 1943 a la actualidad). También se logró el permiso necesario para el uso del poema “Aceitunero” (conocido generalmente como Andaluces de Jaén) como himno oficial de la provincia. Un enorme recurso cultural para una Quesada con una población de 5.922 habitantes dentro del Parque Natural de la Sierra de Cazorla, Segura y Las Villas y en cuyo término se halla el nacimiento del río Guadalquivir.


"En Quesada, su pueblo y el mío..."


Si el encabezamiento de la 'Elegía a Ramón Sijé', "En Orihuela, su pueblo y el mío, se me ha muerto como del rayo..." ahora podría permutarse por un "En Quesada, su pueblo y el mío...", gracias a poner en valor la herencia fielmente guardada por su mujer, Josefina Manresa, nacida y con raíces de vida en Quesada donde su padre fue guardia civil. Los estudiosos de la obra del poeta de Orihuela coinciden en señalar que, sin el trabajo de su mujer a lo largo de todo el régimen franquista, gran parte de los textos del poeta se hubiesen perdido para siempre. Josefina llevó a cabo la recopilación y protección de su legado literario, celosamente escondido “en un baúl que heredé de mi madre, donde se guardaba la ropa de cama…”.

Tras abandonar Jaén, la vida del poeta fue increíblemente triste y penosa tras su encarcelamiento y vejaciones antes de morir de tuberculosis en la enfermería del Reformatorio de Adultos de Alicante un 12 de mayo de 1942. Pero con letras de oro quedará siempre escrito en el libro de la historia su estancia en Jaén y sus poemas inconmensurables.


- “Sonreír con la alegre tristeza del olivo
esperar, no cansarse de esperar la alegría.
Sonriamos, doremos la luz de cada día
en esta alegre y triste vanidad de ser vivo“
----------------------------------------------

Andaluces de Jaén,

aceituneros altivos,

decidme en el alma: ¿quién,

quién levantó los olivos?

 

No los levantó la nada,

ni el dinero, ni el señor,

sino la tierra callada,

el trabajo y el sudor.

 

Unidos al agua pura

y a los planetas unidos,

los tres dieron la hermosura

de los troncos retorcidos.

 

Levántate, olivo cano,

dijeron al pie del viento.

Y el olivo alzó una mano

poderosa de cimiento…”