Con todos los engranajes de la maquinaria en pleno funcionamiento, Gerard Piqué y Luis Rubiales entraban en una nueva fase del proyecto, la más compleja. Ambos tiraron de agenda para convencer a Arabia Saudí y hacer efectivo el traslado de la Supercopa de España a cambio de suculentas subidas salariales y la conocida comisión de 24 millones de euros. Para ello, el presidente de la RFEF y el central del FC Barcelona acordaron incluso pedir ayuda a Juan Carlos I para que les facilitara la firma del contrato con el régimen de Riad.

En un nuevo capítulo de los Supercopa Files, El Confidencial desvela que el ex internacional español puso encima de la mesa la figura de Juan Carlos I como posible conseguidor del contrato con el régimen saudí para el traslado de la Supercopa de España. “Rubi, ¿crees que acercándonos al Rey… puede ayudar… que tiene muy buena relación con la gente de allí, con los reyes o quien sea de los saudíes?”, expuso Piqué en uno de los primeros audios publicados por el citado medio.

La idea ve la luz el 12 de mayo de 2019, según se recoge en los audios. Pese a las reticencias iniciales, Rubiales da el visto bueno al central blaugrana para ponerse en contacto con el Emérito. Piqué estaba convencido de que una personalidad como Juan Carlos I reforzaría su propuesta frente a Riad. “Podemos entrar fácil. Yo sé que es… Tú, supongo que también puedes entrar… Pero creo que el Rey aquí nos podría ayudar seguro. El Emérito, ¡eh¡”, aclaraba el jugador y propietario de Kosmos.

¿Crees que acercándonos al Rey… puede ayudar… que tiene muy buena relación con la gente de allí, con los reyes o quien sea de los saudíes?

El presidente de la RFEF vio excesivo riesgo en el acercamiento a Juan Carlos I. A Rubiales no le gustaba la idea de “saltarse al Gobierno” porque entendía que les podía “pasar factura”. “Otra cosa es que lo hagas tú, pero te vas a implicar. No sé”, le respondía el máximo responsable del fútbol español. No obstante, Piqué tranquilizó una vez más a su socio durante el proceso y le aseguró que no existían motivos para la preocupación.

Perfecto”, respondió el central tras recibir el O.K. por parte de Luis Rubiales. Piqué volvería a mandar un nuevo audio a su interlocutor a los pocos instantes, pidiéndole que acometieran la operación desde un método “distinto”. “Yo… No, no… No me estáis, no me estáis pagando… Kosmos, en ningún momento. Nosotros no trabajamos para vosotros, trabajamos para los saudíes. Entonces… Desde los saudíes queremos acercarnos al Rey y lo hacemos nosotros”, continuó el futbolista, exponiendo los roles que adquirirían cada uno de los dos.

Tras dar luz verde al plan, Rubiales le reveló a Piqué que justo esa misma mañana había estado con los Reyes. La noche previa se disputó la final de la Copa de la Reina, organizada por la propia Federación, y asistió la reina al encuentro. “Te encargas tú de esto”, insistió un Rubiales ávido por intervenir lo menos posible en esta fase de la operación.

‘Flirteo’ independentista

El plan de inmiscuir a Juan Carlos I en la operación contrasta con la figura más activista de Piqué. Desde el estallido del conflicto catalán, el central siempre ha transitado en una senda contraria a los posicionamientos del Estado. Eso sí, sin aclarar públicamente si es o no independentista. De hecho, el hoy capitán blaugrana fue una de las voces más apegadas al discurso secesionista de la Generalitat, bendiciendo el referéndum ilegal y exigiendo al Gobierno de Mariano Rajoy que se dejara “expresarse pacíficamente” a la población catalana.

El 29 de septiembre de 2017, Gerard Piqué pidió a sus paisanos que no dieran “ninguna excusa” al Gobierno y se manifestaran con absoluto pacifismo. “Es lo que quieren. Y cantamos bien alto y bien fuerte. Votaremos”, promulgaba en aquellos momentos el futbolista del FC Barcelona y de la Selección española.

Dos días después, Piqué y los catalanes fueron llamados a las urnas. La jornada estuvo marcada por los altercados en las calles de Cataluña y diversas cargas policiales, hechos que no fueron ajenos al central del Barça. El culé anunció que ya había votado y que eran “imparables” en su tarea de “defender a la democracia”.

Sus intervenciones públicas los días previos al 1-O y en la propia jornada del plebiscito ilegal le costaron constantes pitadas por los campos de España cuando se enfundaba la camiseta de la Selección hasta que dio un paso a un lado y se retiró del combinado nacional.

No obstante, en ningún momento de su carrera se ha declarado abiertamente independentista. Por eso, hace escasas semanas, en una entrevista concedida a The Wild Project, el podcast del popular youtuber Jordi Wild, insistió en que “no es incompatible” ser independentista con jugar con la Selección. “Cuando ganamos el Mundial nadie miró el sentimiento por España”, destacó.