El abogado representante de un hombre denunciado por un presunto caso de sumisión química a una joven de Zaragoza durante una convención laboral en Santander, ha pedido formalmente el cierre de la investigación. Este suceso, que tuvo lugar el pasado mes de junio, ha generado una serie de procedimientos legales intensos, culminando con la solicitud de archivo tras la declaración de testigos y la presentación de informes forenses que, según la defensa, descartarían la acusación.

La defensa del acusado ha argumentado ante el Juzgado número 3 de la capital cántabra que, tras realizar todas las pruebas previstas en esta fase procesal, no existen evidencias suficientes para continuar con el caso. Además, el letrado ha presentado un escrito solicitando que se actúe contra la presunta víctima por un delito contra la integridad moral, alegando un daño "irreparable" causado "a sabiendas" a su cliente.

Piden que se archive el caso y la imputación de la presunta víctima por "daño moral"

Los hechos en cuestión ocurrieron cuando la joven, empleada de Tecnocasa a través de una franquicia, participaba en una convención de la empresa. Según la denuncia, tras asistir a una fiesta con un compañero en un local de Santander, experimentó una "laguna de siete horas" y despertó con signos de haber sido agredida. A su regreso a Zaragoza, las pruebas médicas confirmaron la presencia de cocaína y benzodiacepinas en su sistema, lo que llevó a la activación del protocolo de violencia sexual.

Sin embargo, tanto la Unidad de Atención a la Familia y la Mujer (UFAM) de Zaragoza como los forenses del Instituto de Medicina Legal de Cantabria, tras analizar todas las pruebas, concluyeron que no había evidencias claras de sumisión química. Las grabaciones de las cámaras de seguridad del hotel no mostraron signos de incapacidad o alteración en el comportamiento de la joven, quien aparentemente se movía por su propio pie y recordaba detalles como el número de su habitación.

La defensa alega normalidad en el comportamiento de la joven esa noche, basándose en las imágenes de vídeo que muestran a ambos, la joven y el denunciado, llegando al hotel antes del supuesto incidente. Estos elementos han llevado al abogado del denunciado a solicitar no solo el archivo de la denuncia, sino también a acusar a la joven y a un testigo amigo suyo de haber realizado pintadas acusatorias contra su cliente, tildándole de "violador".