Dicen que una de las cualidades del papa Francisco​ es que dice lo que piensa. Sin embargo, después de que mezclase la supuesta necesidad de acudir a la “psiquiatría” con los niños homosexuales, el Vaticano ha borrado parte de sus palabras asegurando que, aunque las pronunció, no se corresponden con lo que el pontífice realmente cree.

Hasta la llegada del papa Francisco, la postura de la Iglesia sobre el colectivo LGTBIQ+ era clara, cerrada y de rechazo absoluto. El nuevo Papa pronto sorprendió con declaraciones que hacían intuir una posible apertura. "Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarla?", llegó a decir en 2013.

Por eso, que ahora diga que si una persona es homosexual desde niño hay formas de solucionarlo y una de ellas puede ser la psiquiatría, ha chocado más de lo normal.

Relacionado El Papa dice que es mejor divorciarse para evitar males mayores

A una pregunta de la prensa el Papa aseguró que "cuando eso se manifiesta desde la infancia, hay muchas cosas por hacer, como la psiquiatría..., para ver cómo son las cosas. Otra cosa es cuando eso se manifiesta después de los 20 años". Así se pronunció mientras hablaba sobre la necesidad de "diálogo" de los padres con los hijos que revelan tener tendencias homosexuales.

Sin embargo, a la hora de entregar la transcripción de sus palabras, se decidió eliminar el término “psiquiatría” de sus respuestas. ¿Por qué? El Vaticano considera que lo dicho, aunque salió des sus labios, no respeta "el pensamiento" del pontífice.

“Una cosa es la palabra espontánea y otra la palabra escrita”

Pronto llegaron las críticas, sobre todo desde colectivos que luchan por los derechos de las personas LGTBIQ+.

Pese a ello, la Iglesia se mantiene en su argumento intentando echar balones fuera y cubriendo al Papa. Para ellos, todo fue un error que nace de la espontaneidad.

"Cuando el papa se refiere a 'psiquiatría', está claro que lo hace como un ejemplo sobre las diferentes cosas que se pueden hacer. No quería decir que se trata de 'una enfermedad psiquiátrica', sino que tal vez hay qué ver 'cómo están las cosas a nivel psicológico'". Así ha intentado solucionar la polémica, sin mucho éxito, la vicedirectora de la Oficina de Prensa del Vaticano, Paloma García Ovejero.

"Había más de 70 periodistas a bordo escuchando y grabando. Una cosa es la palabra espontánea y otra la palabra escrita que queda registrada oficialmente", iniste para añadir que "es evidente que se revisan las pausas y las interjecciones, así como los datos que el papa cita de memoria, para ayudarle a reflejar exactamente lo que quería decir. En este caso, el ejemplo no se corresponde con el razonamiento; es decir, distorsionaba el sentido de la frase", agregó.

En el resto de la respuesta, el Papa hablaba de la obligación de diálogo y de apoyo de la familia a los hijos homosexuales. "Nunca diré que el silencio sea un remedio. Ignorar al hijo o hija con tendencia homosexual es una falta de paternidad y maternidad. Tú eres mi hijo, tú eres mi hija, como eres, yo soy tu padre, tu madre, hablemos", dijo.