Las hermanas gemelas que cayeron el pasado martes desde el balcón de su casa en Sallent (Barcelona) no estaban solas en la vivienda en el momento en el que sucedió la tragedia, pues dentro de la misma se encontraba también el padre. Sin embargo, no pudo evitarla, ya que en el momento de los hechos el hombre estaba en otra habitación. Por su parte, la madre no estaba en el edificio.

Las niñas, de 12 años de edad, se precipitaron desde un tercer piso. Una de ellas falleció en el acto, mientras que la otra se mantiene en estado muy grave después de ser hospitalizada en Pac Taulí de Sabadell. Todo apunta a que la caída se produjo de manera voluntaria después de que las hermanas colocaran dos sillas en el balcón y se lanzaran al vacío. Las niñas habrían dejado dos cartas manuscritas, por lo que no se descarta el suicidio.

Algunos vecinos aseguran que las niñas sufrían bullying en el instituto mientras que los Mossos d'Esquadra ya se han hecho cargo de la investigación para aclararlo todo y, por el momento, la hipótesis va perdiendo peso.

Cronología de los hechos

El dueño de un bar de debajo de la vivienda habría sido el que dio la voz de alarma tras oír un golpe muy fuerte. La misma persona salió del local para ver qué había pasado y se encontró con las gemelas tendidas en el suelo. Acto seguido, subió al domicilio para tratar de comprender en la medida de lo posible qué es lo que había ocurrido y se encontró al padre totalmente en estado de shock, incapacitado para darle una respuesta.

Hacia las 18:00 horas, los Mossos recibieron varios avisos del suceso, que tuvo lugar en la calle Estació de Sallent. Cuando llegaron los servicios de emergencia, no pudieron hacer nada para salvar a la menor que había perdido la vida en el acto. Su hermana gemela pudo, sin embargo, ser estabilizada y trasladada al centro hospitalario.

Desde el Ayuntamiento de la localidad catalana han lamentado lo ocurrido y han decretado varios días de luto oficial. También se han suspendido los actos que estaban previstos para el pasado martes, este miércoles y el próximo jueves.

El Consistorio se ha puesto asimismo a disposición de la familia y los centros educativos del municipio de Sallent. El ayuntamiento de la localidad barcelonesa no tardó en enviar las condolencias después de lo sucedido y lo calificó de “estremecedor y doloroso” a la vez que informaban de que no se celebraría ningún acto público los días 21,22 y 23 de febrero, tampoco los que guardan relación con el carnaval, que cerraba sus jornadas el día de mañana: “Pedimos el máximo respeto a la familia de las víctimas y rogamos que no se difunda información falsa o no corroborada para respetar el derecho a la intimidad y evitar crear aún más dolor”.

Problemas familiares

La investigación ya apuntaba desde el primer momento a un salto voluntario, después de que la policía de la autonomía encontrara en las proximidades de la ventana las sillas desde las que las menores habrían efectuado el salto, así como las dos misivas. Sin embargo, en las últimas horas las informaciones más recientes apuntan a que el detonante del presunto suicidio pudieron ser problemas en el ámbito familiar.

Las autoridades científicas estuvieron más de dos horas en el hogar recogiendo pruebas con las que descartaron desde un principio indicio alguno de criminalidad. Asimismo, frente a la hipótesis del presunto acoso en el colegio, las niñas habían recibido ayuda psicológica dentro del centro Llobegrat, en el que estudiaban, que mantenía que ninguna de ellas sufría esta problemática. Al menos, no se habían detectado indicios de ello.

El encargado de prestar esta ayuda era el Equipo de Asesoramiento y Orientación Psicopedagógica. El departamento de Educación de la Generalitat ha informado de que este organismo está ya al corriente de los hechos, por lo que se ha activado el protocolo correspondiente para dotar de apoyo a compañeros y profesores, entre otros profesionales, que lo requieran tras la tragedia. También se encuentra trabajando en estas laboras el equipo del Programa de Bienestar Emocional.

 La familia procedía de Argentina y llevaba ya dos o tres años instalada en Sallent. Además de las dos niñas, los padres tienen un hijo asimismo menor. Numerosos vecinos se concentraron a lo largo de la tarde ante el domicilio, también comerciantes y compañeros del colegio en el que las pequeñas estaban escolarizadas. De igual manera, el alcalde de la localidad, Oriol Ribalta, y miembros del equipo municipal se acercaron al lugar de los hechos para ponerse inmediatamente a disposición de los familiares.