Una orgía homosexual con drogas. Esto es lo que descubrieron los agentes de la Gendarmería Vaticana cuando entraron en un apartamento en el palacio donde antiguamente se encontraba el Santo Oficio, la Inquisición, situado en el interior de la Ciudad del Vaticano.

El inquilino de la vivienda, según ha publicado el diario italiano Il Fatto Quotidiano citando a fuentes del Vaticano, es un sacerdote que trabajaba como secretario del cardenal Francesco Coccopalmerio, encargado de uno de los departamentos de la Curia romana.

El hombre fue detenido por la Gendarmería y hospitalizado en la clínica Pius XI de desintoxicación de drogas y, posteriormente, enviado a un convento en Italia.

La delicada operación en la Ciudad del Vaticano fue encabezada por Domenico Giani, inspector general de la Cuerpo de Gendarmería de la Ciudad del Vaticano, y escolta personal del Papa, después de que se detectase la ida y venida contante de personas al apartamento.

Coche oficial para ocultar la droga

El apartamento utilizado para estas fiestas no iba a ser asignado al secretario del cardenal, sino que está reservado para cargos superiores dentro de la jerarquía vaticana. Además, el sacerdote también poseía un coche de lujo con matrícula de la Santa Sede, privilegio también reservado a prelados de más alto rango, y con el cual pudo pasar las drogas sin ser detenido por la policía italiana.

Tras la operación, de la cual fue informado el Papa Francisco, y en la que el sacerdote fue capturado en el acto, la vergüenza corrió por los apartamentos de este edificio del antiguo Santo Oficio, pero también la tranquilidad de que, al menos por el momento, volvería a reinar la paz en el lugar, según relata el diario italiano.

Propuesto para obispo

El cardenal Coccopalmerio ha quedado muy cotado con este escándalo de grandes proporciones. En el Vaticano nadie se cree que no supiera nada, y según cuentan, solían trabajar juntos hasta bien tarde. Se rumorea que, teniendo en cuenta sus 75 años, la edad canónica para la renuncia, el papa Francisco habría decidido acelerar su retirada, en parte, debido a los recientes acontecimientos.

Para más inri, el sacerdote detenido habría sido propuesto por el cardenal como obispo de alguna diócesis, aunque, claro está, esta puerta se le ha cerrado definitivamente.