Un informe de la OMS revisa la posibilidad de que la Covid se transmita por el aire a más de dos metros de distancia por lo que recomiendan el uso de mascarillas a pesar de mantener la distancia de seguridad.

Casi todas las comunidades autónomas de España ya han adoptado el uso obligatorio de la mascarilla incluso en situaciones en las que se pueda mantener la distancia social. Como Fernando Simón explicó en las últimas semanas, lo más importante es utilizar las mascarillas "altruistas", aquellas que no contagian al resto, como las quirúrgicas, porque así es más probable que no aumenten los contagios ya que en muchas ocasiones el virus no muestra ningún síntoma. Las mascarillas “egoístas” son las que sí pueden contagiar al resto de la población mientras que la persona que la lleva está a salvo, estas serían las que tienen filtros: un retroceso en la batalla contra el coronavirus.

Cataluña fue la primera comunidad española en tomar esta medida, para evitar la propagación del coronavirus, una norma que entró en vigor el 9 de julio. La última autonomía en sumarse a la norma ha sido Madrid, dentro de su nueva estrategia. Antes, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Extremadura, Baleares, Aragón, Murcia, La Rioja, Andalucía, Cantabria, Asturias, Galicia, Navarra, País Vasco y Castilla y León ya habían establecido su obligatoriedad. Canarias queda como la única región exenta de cumplir la normativa.

Cada comunidad regula la normativa según los ámbitos específicos. En el sector de la hostelería algunas comunidades eximen del cumplimiento del uso de la mascarilla si se consumen bebidas y comidas, como en Baleares, Murcia o La Rioja.

Otras comunidades mantienen las actividades deportivas exentas de la normativa, como La Rioja o Galicia. La regulación para playas y piscinas mantiene la libertad de no usar la mascarilla manteniendo siempre la distancia de seguridad que llega a ser de 6 metros, como en la Comunidad Valenciana. Sin embargo, en muchas regiones sí es obligatorio llevar la mascarilla si se pasea por la orilla o la pisicina, como es el caso de Andalucía. 

 Asimismo, están exentos de llevarlas los trabajadores de la agricultura y la construcción, expuestos a altas temperaturas.

Todas las normativas contienen excepciones para las personas que presenten algún tipo de enfermedad o dificultad respiratoria.