Rafael Zornoza, obispo de Cádiz y Ceuta, se encuentra actualmente inmerso en una investigación por la comisión de presuntos abusos sexuales a un menor de edad durante siete años. Es la primera vez que en España se hace público que la Iglesia ha abierto una investigación contra un obispo por un presunto caso de abuso a menores, pero este martes se ha revelado que ni el Vaticano ni los responsables españoles aplicaron medidas cautelares para alejar al supuesto pederasta de su puesto y evitar que tuviese contacto con menores.

El País ha revelado este martes que el caso llegó a la Santa Sede a comienzo del verano, momento en el que la víctima puso el caso en conocimiento del Dicasterio para la Doctrina de la Fe. La institución dio credibilidad al testimonio de la presunta víctima y ordenó la apertura de la investigación; sin embargo, no se tomaron medidas para evitar que, mientras se dilucidaban los hechos, el señalado como agresor siguiese en contacto con menores de edad. Es más, nada se lo impide a día de hoy.

Las normas eclesiásticas determinan que ante una denuncia de esta índole, el responsable de la investigación será el arzobispo metropolitano del que depende el acusado. En este caso, ya prescrito ante la justicia civil, sería el arzobispo de Sevilla. No obstante, desde esta instancia ha decido trasladarse el caso, debido a su complejidad, al Tribunal de La Rota, dependiente a su vez de la Nunciatura (embajada de la Santa Sede en España). Este organismo, que también podría haber decidido apartar al obispo, no ha asumido medidas cautelares.

Testimonio desgarrador

“Escribo esta carta solo con la intención de evitar que lo que me pasó a mí le pueda seguir pasando a otro niño", asegura el denunciante en las primeras líneas de su escrito, en el que acusa al actual obispo de Cádiz de haber abusado de él de los 14 a los 21 años. Unos hechos que, según cuenta, se remontan a 1994, momento en el que Zornoza tenía 45 años.

"Desde los 14 hasta los 18 años iba casi todos los fines de semana al Seminario Mayor del Cerro de los Ángeles. Durante este tiempo abusó de mí. Era por las noches cuando venía a la habitación y sufría los abusos. Se metía en mi cama, me acariciaba y besaba. Por las mañanas también me despertaba del mismo modo. En esos momentos nunca le dije nada, la parálisis me controlaba", se sincera la víctima. Las agresiones se alargaron hasta que la víctima cumplió los 21 años, a comienzos de la década de los 2000.

Cuando el denunciante cumplió la mayoría de edad, ingresó en el seminario mayor. "Al mismo tiempo, le reconocí mi homosexualidad. Rafa me permitió acceder al seminario y me llevó a una terapia de conversión para curar mi homosexualidad", señala el denunciante. En los dos años que pasó en ese seminario, Zornoza se metía en su cama "casi todas las noches y mañanas" para violentarle. "En varias ocasiones reclamé a Rafa que aquello que hacíamos no estaba bien. Él siempre me decía que era una amistad íntima", denuncia.

El Obispado lo niega

El obispo señalado ha negado la mayor y ha asegurado que las acusaciones "son muy graves y falsas". Zornoza ha suspendido su agenda para, según indica, esclarecer los hechos, de los cuales no ha dado más detalles. Asimismo, desde el Obispado se ha asegurado que "hay una plena confianza en la justicia", así como que "se colaborará con ella en todo lo que sea requerido".

En este sentido, ha manifestado que "es necesario recordar el respeto a la presunción de inocencia que asiste a todas las personas". Finalmente, ha anunciado que el obispo ha decidido suspender temporalmente su agenda para el esclarecimiento de los hechos y para atender el tratamiento de un cáncer agresivo que está recibiendo.

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