Un nuevo socavón de entre 6 y 10 metros ha aparecido en la calle Cáceres de Aranjuez. El agujero se sitúa a pocos metros de otro que apareció en el mes de noviembre, por el que fueron desalojadas 24 familias. El Ayuntamiento del municipio de la Comunidad de Madrid confirma que no se ha producido ningún desalojo en esta ocasión. El nuevo desprendimiento, ocurrido el 25 de marzo, causó “una cavidad adyacente a la anterior en el espacio situado al Oeste del socavón inicial”. Se están realizando pruebas para tomar las decisiones pertinentes.

El socavón aparecido el pasado mes de noviembre causó una gran alarma. El agujero de más de 25 metros apareció al lado de un edificio de viviendas, el cual llevaba años sufriendo grietas y tuvo que ser desalojado. En febrero, el hoyo fue rellenado con mortero de cemento. Expertos en ingeniería de caminos de la Universidad Politécnica de Madrid están realizando pruebas de microgravimetría, un método que genera mapas de gravedad para determinar las condiciones del subsuelo, estudios de georradar y sondeos. El Ayuntamiento de Aranjuez tomará una decisión en función de los resultados.

El nuevo socavón de Aranjuez será rellenado con mortero de cemento, como el que apareció en noviembre

Las obras para tapar el socavón fueron adjudicadas a Rodio Kronsa, una empresa española de geotecnia, por más de 320.000 euros. La compañía valoró entonces que “el riesgo de evolución de la dimensión del socavón por desmoronamiento de las paredes es muy alto; el avance de la erosión puede provocar el descalce de alguna zapata de la cimentación del edificio”. El objetivo de la reconstrucción es “dar mayor estabilidad a la zona afectada, así como a dotar de mayor estabilidad al edificio colindante”, según el Consistorio de Aranjuez.

Se está estudiando la relación entre los dos agujeros. Ambos se ubican a pocos metros entre los números 2 y 4 de la calle Cáceres de Aranjuez. Estos desprendimientos podrían haber sido causados por algún sistema de cuevas situado por debajo de esta calle del barrio de La Montaña, según apuntan algunos expertos. Por suerte, en esta ocasión, la menor profundidad y el lugar en el que ha aparecido el socavón no ha obligado a desalojar nuevamente la edificación. Los vecinos declararon en aquella ocasión haber encontrado numerosas grietas en el bloque de pisos.

Los geólogos y arquitectos llevan tiempo vigilando esta zona. La aparición de dos socavones consecutivos pone en peligro la seguridad de los vecinos. “Hay que estudiar desde el punto de vista de la geología o de la hidrogeología. Hemos contado con la colaboración de la cátedra de Geología de la Universidad Politécnica de Madrid, de la Escuela de Caminos, pero también hay que hacer un estudio estructural del comportamiento del edificio ante ese fenómeno, que es algo que ha surgido con lo que no contábamos”, declaró en noviembre Pedro Mejía, arquitecto municipal.