Dos personas han muerto y una ha fallecido este lunes después de un naufragio en la costa cántabra. Asimismo, siete tripulantes han sido rescatados. Todos ellos viajaban a bordo del buque Villaboa 1, con sede en Santander, frente a la costa de Cabo Mayor.

El encargado de dar la noticia ha sido el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, quien ha lamentado vía Twitter una “nueva desgracia en el mar”. Los hechos han ocurrido de madrugada, tal y como el propio líder cántabro ha manifestado: “Esta mañana a las 5:30 horas, el Villaboa 1, con sede en Santander, ha naufragado frente a la costa de Cabo Mayor”.

Dos fallecidos, un desaparecido y siete rescatados

El presidente de la comunidad autónoma ha señalado que en la navegación había un total de diez personas, de las cuales dos han fallecido, uno se encuentra desaparecida y finalmente siete -que en un principio se pensaba que eran seis- han sido rescatados.

Según han notificado fuentes de Delegación del Gobierno a la Cadena Ser, los hechos se han producido por razones que todavía se desconocen. Asimismo, la hora exacta del naufragio ha sido las 4:53 horas de la madrugada, cuando la embarcación salía a faenar a unas seis millas al norte del Faro de Cabo Mayor.

Tal y como ha podido confirmar la emisora de radio, a bordo de la embarcación iban tripulantes españoles, senegaleses, ghaneses y peruanos. Así las cosas, se sabe que uno de los fallecidos es originario de Santander, mientras que el otro es de nacionalidad ghanesa. Además de ellos dos, se busca a un tercer tripulante de nacionalidad peruana, mientras que un cuarto parece encontrarse en estado grave. Por otro lado, los servicios de rescate han conseguido poner a salvo a las otras seis personas, mientras que la embarcación ha quedado completamente hundida.

Poco después del aniversario del ‘Villa de Pitanxo’

El mar es un escenario cargado de luces y sombras. Así las cosas, todo lo positivo que abarca un lugar siempre lleno de simbología y que suele dejar buenos recuerdos a quienes pasan por él, también ha sido a lo largo de la historia culpable de algunas de las mayores tragedias. Uno de los ejemplos más claros de nuestro país es el que hace ya más de un año -febrero de 2022- protagonizó el Villa de Pitanxo, en la costa gallega.

Se trata de uno de los hechos más imborrables de los que el océano de nuestro país ha sido testigo. Así las cosas, el hundimiento del Villa de Pitanxo ocurrió hace cosa de más de un año y se cobró la vida de 21 de las 24 personas que se encontraban a bordo. Solamente nueve cuerpos fueron rescatados, mientras que el resto desaparecieron en el mar.

Los únicos supervivientes fueron el patrón Juan Padín, su sobrino Eduardo Rial, y el marinero de origen ghanés Samuel Kwesi quienes, a día de hoy, todavía ofrecen versiones contradictorias de los hechos en la causa judicial por la que el patrón y la compañía armadora están investigados por homicidio imprudente y delitos contra la seguridad de los trabajadores.

En la actualidad se mantienen los esfuerzos por seguir trabajando en la recuperación del barco mientras que la investigación, que corre a cargo de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (Ciaim) continúa su curso. A partir de aquí, el único consuelo que les queda a las familias pasa por la operación de búsqueda y exploración del pecio en aguas de Terranova, una actuación que está cada vez más cerca de arrancar después de que el pasado viernes la Junta de Contratación del Ministerio de Transportes avalase de forma provisional la oferta que puso sobre la mesa la empresa de Vigo ACMS. La compañía, que presta servicios submarinos, ofreció una oferta a raíz de la cual el Estado abonará -si todo prospera- 2,85 millones de euros (sin IVA).

La búsqueda del buque hundido no comenzará de inmediato, dado que las autoridades deberán comprobar primero si la compañía puede acometer la operación en la práctica de acuerdo con las características técnicas de sus buques especializados. Además, el contrato únicamente se formalizará “previa fiscalización favorable” de la Intervención Delegada.

En caso de que finalmente la búsqueda corra a cargo de la empresa mencionada, ésta recibirá 203.014 euros por la movilización del barco, que estará equipado con sonar de barrido lateral, empleado para tomar imágenes de grandes superficies de suelo marino. Asimismo, por cada jornada de trabajo hasta alcanzar el lugar del naufragio se abonarán en torno a 67.000 euros por día operado hasta las 15 jornadas.