María Cambrils Sendra nació en el popular barrio valenciano de El Cabañal en 1877 y falleció tras una larga enfermedad en 1939 en Pego (Alicante). Activista militante socialista, ideas que heredó de su familia y compartió con su marido, no es exagerado decir que representa a una de las más importantes figuras del feminismo socialista, el clásico. Curiosamente, cuestiones que planteó en el siglo pasado en sus charlas, en sus artículos y en libro, “Feminismo Socialista”, coinciden con temas de rabiosa actividad que hoy se plantean y se debaten en el ámbito del movimiento feminista. Mantuvo que no se podía ser socialista sin ser feminista.

Activismo socialista y feminismo

Fue afiliada de las Agrupaciones Socialistas de Valencia y Pego. Escritora autodidacta, se convirtió en una de las pocas mujeres colaboradoras en la prensa. Escribió artículos para El Socialista (Madrid), Mundo Obrero (Alicante), La Lucha de Clases (Bilbao), Solidaridad (Vigo) o El Obrero (Elche), entre otros, y trabajó como redactora en Nueva Aurora (Valencia).

La “famosa desconocida”: Olvidada y reivindicada desde hace unos años

Aunque a María Cambrils ha comenzado a ser recuperada y reivindicada su obra e ideas, aunque aún no lo suficiente, durante mucho tiempo fue una gran desconocida incluso en su propio partido. El recuerdo que ayer, en una entrevista televisiva tuvo el Ministro de Justicia, Felix Bolaños al recordar su mítica frase a la vez que seria reflexión “No se puede ser socialista sin ser feminista”, demuestra su recuperación en el seno de la organización que tanto defendió la luchadora de El Cabañal. Hay quien la ha calificado como “una famosa desconocida”.

Contacto con Clara Campoamor

María fue una mujer de fuerte doble compromiso tanto con el socialismo como con el feminismo del momento que le tocó vivir. Marcó un punto de inflexión en el seno del PSOE del primer tercio del siglo XX y dejó el legado de sus ideas en “Feminismo Socialista”, compendio de su pensamiento prologado por la política Clara Campoamor con la que mantenía contacto aún sin conocerse. El libro fue reeditado por la Fundación Pablo Iglesias que entre otros temas, ahondaba en la tesis de que la causa del feminismo estaba necesaria y obligatoriamente unida y vinculada al socialismo.

Pablo Iglesias, su “venerable maestro

María Cambrils, durante muchos años, supuso una férrea activista del socialismo y prolífica articulista. Publicó “Feminismo Socialista” en un modesto volumen editado con sus propios y escasos recursos económicos en Valencia, el año 1925. La obra posee una dedicatoria a Pablo Iglesias, su referencia política y al que considera su “venerable maestro”. De su generosidad, altruismo y coherencia política, solo un dato como es que la recaudación de su libro la dedicó  a financiar la imprenta de El Socialista. En su introducción, Cambrils reflejaba su deseo de expandir las ideas: “Todo hombre que adquiera y lea este libro deberá facilitar su lectura a las mujeres de su familia y de sus amistades, pues con ello contribuirá a la difusión de los principios que conviene conozca la mujer en bien de las libertades ciudadanas”.

Sostuvo, desde su ideología socialista, que para lograr la igualdad de clases era esencial y necesaria la igualdad de géneros. Dicho de otra manera, no se podía ser socialista sin ser feminista. Fue considerada una adelantada a su tiempo que incluso denunció la violencia dentro del matrimonio, el desprecio machista en el mundo obrero, la igualdad en los salarios o la inexistencia de mujeres en cargos directivos de empresas o de las universidades.

De madre analfabeta y padre obrero

Nacida en el barrio humilde de El Cabañal, en 1878 de padre obrero y madre ama de casa que no sabía leer ni escribir. Eran procedentes del pueblo alicantino de Pego donde vivió buena parte de su vida y donde moriría en diciembre de 1939, una vez que la guerra civil hubo concluido con el peor final posible para ella.

Enferma gravemente y fallece poco antes del fusilamiento de su compañero

Quedó viuda muy joven de José Martínez Dols. Posteriormente, ingresó en un convento. Eso le posibilitó a María una gran cultura y formación a pesar de ser hija de una madre analfabeta y criada en un ámbito familiar humilde de escasa instrucción. Volvió a tener pareja en la persona del también socialista José Alarcón Herrero, en sus inicios en Valencia, y finalmente en Pego a donde llegan el verano de 1933. Intenso activismo socialista es el que en el pueblo de su madre practica con reuniones de la Casa del Pueblo, que presidió José Alarcón. Tras acabar la Guerra Civil, José Alarcón fue detenido y apresado en el Reformatorio de Adultos de Alicante. María, gravemente enferma, fallece en 1939, poco antes de que su compañero, José Alarcón, fuera fusilado en 1940. Fue enterrada en una fosa desconocida, sin placa ni flores.

Los intentos por ser recuperada por asociaciones e instituciones feministas, fracasaron. Solo desde hace pocos años, con la pujanza del movimiento feminista, Cambrils comienza a conocerse.

Opacada y olvida, solo se conserva una solo foto de ella

Como curiosidad y muestra fehaciente de su injusta irrelevancia durante años, se da la circunstancia de que solo se conserva una única fotografía de ella. Cabría preguntarse cómo se entiende que de una de las pioneras del feminismo socialista y de la defensa de la igualdad de la mujer, solo se posea una imagen. Todo un ejemplo de la invisibilidad a la que fue sometida. Y es que falleciendo en 1940, tras la victoria fascista, el franquismo la ocultó hasta el punto de llegar a enterrarla en una fosa sin nombre y diseñó una estrategia para que su obra no se conociera haciendo perder sus trabajos, sus papeles, sus fotografías, sus artículos y en definitiva, su memoria.

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