Algunas formas del presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, a la hora de llevar al pleno las propuestas de nombramientos están causando auténtico malestar entre los vocales de este órgano decisorio de la principal institución de gobierno de los jueces. Fuentes consultadas por ELPLURAL.COM achacan falta de debate y determinismo en las propuestas de Lesmes “no se trata de negociar o debatir un planteamiento, sino de votar 'sí o sí' lo que propone el presidente”, explicaron

En el caso de la reciente designación del juez Fernando Grande Marlaska como miembro de la Comisión Permanente del CGPJ, la situación rozó la crispación en el pleno cuando Lesmes anunció la salida de este órgano del juez Gerardo Martínez Tristán y el nombramiento en su lugar de Fernando Grande Marlaska. El problema no radicaba en la persona de este magistrado sino en la manera de hacer efectivo su nombramiento por parte de Lesmes.

“Decisión presidencial”

Es decir, la discusión se centra en que no hay una auténtica elección por los miembros del pleno sino una decisión presidencial. Y no es la primera vez. Un grupo de vocales llevó en su día ante el Tribunal Supremo un recurso en relación a las elecciones de los miembros de la comisión permanente. Las vocales acusaban en esa ocasión a su presidente de infringir “abiertamente” las normas legales e impedir la conformación dialogada y consensuada de las decisiones y las reglas establecidas para la conformación de la voluntad en todos los órganos colegiados, también el CGPJ.

Este recurso fue desestimado por la Sala de lo Contencioso Administrativo, previo amplio debate, y con varios votos particulares en contra. Pese a ello, las vocales recurrentes se verán obligadas a abonar 4.000 euros de costas.

En el caso del nombramiento de Grande Marlaska, se produjo una dura discusión entre algunos vocales y el propio Lesmes a cuenta de esta falta de debate o negociación en el nombramiento del nuevo miembro de la permanente. En pocas palabras, se le reprochó que la propuesta del presidente, que no debería ser más que un proyecto a debatir previamente o durante el pleno, resultara una imposición sometida a la mera formalidad de una votación cuyo resultado final era conocido por todos de antemano.  

¿Por qué sigue en la Audiencia hasta abril?

Los vocales que emitieron votos en contra de las propuestas de Carlos Lesmes fueron Concepción Sáez, Roser Bach y Enrique Lucas. Otra vocal, Victoria Cinto, votó en blanco. Tanto Lucas como Sáez anunciaron la formulación de votos particulares a los que Bach anunció que se pensaba adherir.

Otro aspecto en este nombramiento que ha causado malestar y sorpresa es la prórroga de la actividad de Fernando Grande-Marlaska como presidente de la Sala de lo Penal hasta el mes de abril si bien fuentes judiciales comentaban que no es una situación habitual. “Lo normal es que el nombramiento en la permanente surta efecto desde el momento en que se aprueba en el pleno, teniendo que abandonar el puesto anterior”.

Tal decisión ha producido diversos comentarios y de hecho se barajaba la posibilidad de que frente a la alegada carga de trabajo que se ha argüido como causa de la permanencia de Grande Marlaska en su puesto de la Audiencia, se trate más bien “de que estén esperando al nombramiento de la persona que le va a sustituir”. Para tal sustitución se barajan nombres como el de Concepción Espejel o Juan Pablo Gonzalez Villanueva, de manifiesto talante conservador, entre otros.

Sobre Maza tampoco se debatió

Los comentarios sobre la actitud de Lesmes en las políticas de nombramientos no es nueva. Recientemente cuando el CGPJ tuvo que dar el visto bueno a la designación del magistrado de la Sala II del Tribunal Supremo José Manuel Maza, como Fiscal General del Estado, se produjo una situación similar ya que no abundaron las explicaciones acerca de tal decisión.

Buena parte de los vocales –como la mayor parte del mundo judicial- daba por hecho que su predecesora, Consuelo Madrigal, sería confirmada en el puesto. Al no ser así, se dispararon los rumores sobre que la ahora ex fiscal general se habría negado a adoptar medidas de mayor control hacia el Ministerio Fiscal de acuerdo con las necesidades del Gobierno. Este tema tampoco se debatió en el pleno del CGPJ para irritación de muchos de sus miembros, preocupados porque el órgano colegial se vea vacío de contenido al obviarse los debates en su seno y, por tanto, al gestarse sus más destacadas decisiones en el círculo del presidente y no en su Pleno.