Luis Enrique ha puesto a toda la prensa deportiva a bailar. En un ejercicio de vergüenza ajena hemos podido ver a periodistas españoles experimentar un rigor mortis con los goles de la Roja. También a un espécimen sin escrúpulos hablar de la hija fallecida del seleccionador español. Son muchos los profesionales de la información que quieren que España fracase en el Mundial porque Luis Enrique no les baila el agua.

Un asturianín más chulo que un ocho que nunca se ha arrodillado ante las prácticas mafiosas del periodismo deportivo español. Esos mismos profesionales de la comunicación que te señalaban con el dedo si no comulgabas con las normas religiosas de la otrora selección española campeona del mundo ahora rechazan a España. Bendita vida.

Y Luis Enrique, como José Mourinho, les ha aceptado el duelo. Y se la pela. Pero con una diferencia. Le avala la Selección Española y... Twitch. Mourinho solo fue acompañado por tuiteros y algún que otro periodista. Pero ellos fueron la luz. Xosé se sacrificó por un cambio de régimen. Los periodistas deportivos cada vez nos la cuelan menos. Una prensa que trata bien a unos u otros según la información que den. Chantajistas profesionales que no dudan a la hora de despellejar a quienes no siguen su juego. Luis Aragonés, el responsable de los mayores éxitos de España, fue vilmente acosado. Por lo mismo que Luis Enrique. Por no tragar ante quienes conciben clubes (sobre todo uno) y Selección como su cortijo particular en el que poder influir. 

En la relación entre protagonista y audiencia, Luis Enrique se ha fumado a los intermediarios. Y ha establecido una relación directa con el aficionado. Sin filtros. Sin la interpretación envenenada de un comunicador resentido. De forma humana y natural, Luis Enrique habla de fútbol y de la vida con nosotros. Recuerda con cariño a Xanita, habla de su yerno Fernán Torres y de que los jugadores puedan follar durante el Mundial. También de que puede comerse seis huevos para comer. De su padre Amunike. Y de que le gusta ser Luis Padrique. Es un tipo real que ha creado una unión nunca vista, a través de Twitch, que fusiona a cuerpo técnico, plantilla y afición. ¡Ha sido legitimado por Ibai! Hace dos semanas nadie quería a este grupo de chavales. Y el trabajo de la prensa por hacernos atractiva la Selección lo ha hecho él mismo. Da igual que nos echen en octavos o que ganemos el Mundial. Algo está claro. Periodista deportivo, ya no eres el dueño de esta pocilga.