Dejar aparcado un coche con tu mascota dentro puede ser una condena a muerte. Muchas personas se confían, piensan que la transacción a realizar (comprar cualquier cosa del supermercado, una visita rápida) se saldará sin ningún tipo de consecuencia. Sin embargo, los peligros que albergan este tipo de actitudes ya se han cobrado una numerosa cuantía de tragedias.

Está claro que se puede estacionar a la sombra (preferible sobre todo ahora que llega el verano), pero esta es pasajera. Un vehículo en la sombra también se calienta, más si cabe teniendo en cuenta que donde hay sombra en unos minutos puede caer un sol de justicia.

Otro de los mitos es que si se deja la ventanilla semiabierta no habrá ningún tipo de riesgo. Una afirmación muy equivocada, ya que tu vehículo se calienta por el efecto invernadero, recalentando el techo y toda su masa metálica, especialmente si es de color oscuro, ya que atraen más energía solas, la absorben y quedan más expuestos a recalentarse.

Así las cosas, esta experiencia inhumana se puede convertir en un problema fatal para tus mascotas. Lo mismo sucedería con los niños. Así las cosas, hay que dejar de lado las excusas, no confiarse y sacar a tus mascotas y llevarlas contigo.

Mucho mejor dejarlos en casa, seguros, sin exponerlos a esta crítica situación, si te es imposible compaginar los cuidados completos del perro con las actividades a realizar.