Tras darse el sí quiero en la parroquia de Santiago de Saa, en el municipio de O Páramo (Lugo), el recién matrimonio no esperaba lo que en el exterior de la iglesia les esperaba. Un tractor de grandes dimensiones se encargaba de convertir los alrededores de la parroquia en un extenso manto de confeti. Los que estaban detrás de esta idea fueron los amigos de los novios, José Luis y Johana, que, durante los días previos a la boda estuvieron recogiendo todo el material necesario para poder llevar a cabo la sorpresa.
En este sentido, explican que tuvieron que desplazarse hasta A Coruña porque en Lugo no fue posible reunir toda la cantidad de papel que necesitaban. Una vez lo tuvieron, lo metieron en una máquina agrícola que se utiliza para triturar la comida de los animales y que, en este caso, cambió el pienso por papel.
Entre los allí presentes, además de los amigos y familiares, también se encontraba el cura que ofició el enlace matrimonial. Él es José Manuel Castro Alba y fue el encargado de documentar el momento de la sorpresa con un vídeo que se ha viralizado en redes y que ha llegado a más de 160.000 reproducciones. "Vi que iba a pasar algo grande y, ni corto ni perezoso, me puse a grabar", comenta. Acto seguido publicó el vídeo en su cuenta de Instagram, por donde se ha viralizado y estos novios, además de convertirse en marido y mujer, también se han hecho famosos.
Pese a que la máquina llenó todos y cada uno de los rincones de confeti, Castro comenta que "los mismos que prepararon la broma se comprometieron a echar una mano y limpiar todo, que era mucho papel el que había que limpiar". En la misma línea, señala que "el papel es fácil de limpiar, no como el maíz o el arroz, que estropea los trajes y es muy complicado luego limpiarlo", por lo que no descarta que se pudiera repetir la misma sorpresa en otras bodas, "porque fue muy bonito".
Sin embargo, la sorpresa no acabó ahí. En la misma cosechadora que los cubrió de confeti también había preparado un pequeño banco en la parte trasera donde los recién casados fueron desplazados primero hasta el campo de la feria de O Páramo, donde se hicieron las fotografías de la boda, y, después, hasta A Pobra de San Xiao, donde tuvo lugar el banquete.