En 1997 se estrenaba en los cines de todo el mundo una pequeña joya del séptimo arte llamada The Full Monty. Ahora, 24 años después llega al teatro Rialto de Madrid ‘The Full Monty, el musical. Aunque con pequeñas variaciones sobre el original, la obra teatral se desarrolla en España y no en Reino Unido como la película, el montaje mantiene ese espíritu que hizo de una película independiente un éxito mundial que recaudó más de 250 millones de dólares y obtuvo cuatro nominaciones a los Óscar, de las que ganó el de mejor banda sonora.

En una época en la que la dictadura de la belleza y del ‘postureo’ ha sido encumbrada por las redes sociales a cotas prácticamente insostenibles, esta obra se alza como imprescindible, y más necesaria que nunca, por los valores que muestra: amistad, solidaridad y, sobre todo, una visión del cuerpo alejada de esos perniciosos cánones que imperan en la actualidad.

ElPlural.com ha hablado con dos de sus protagonistas: Sam Gómez y José Navar. El primero es Jota, el protagonista de la obra y que en cine fue interpretado por Robert Carlyle. Por su parte, Navar recoge el testigo de Tom Wilkinson en el papel Jorge, el personaje de mayor edad.

José Navar explica que “todo el mundo tiene el referente de la película y el libreto respeta muchísimo la película. La gente que vio la película es lo que va a ver en el musical. Son las peripecias de seis señores que se quedan en el paro y a uno no se le ocurra más que liar a los otros para hacer un streep tease porque ve que ganan pasta con solo una noche con la cosa de ‘la gente no quiere ver cuerpos esculturales, quiere ver gente normal’. Todo eso es una comedia maravillosa porque están en clave de comedia las peripecias de esos seis señores, cada uno de su padre y de su madre, intentando llegar a eso. Pero también es un cántico a la amistad y es un canto a la solidaridad”.

“Cualquier otro año Full Monty hubiera tenido sentido, pero después de los años tan extraños que hemos pasado, me parece que poner encima del escenario una historia de superación de seis tipos que se reinventan y son capaces de hacer eso es muy entrañable porque es una comedia de principio a fin”, asevera Navar.

Preguntado si con esta situación de ERTE post pandemia y miedo general es ahora más necesaria que nunca la obra apostilla: “Esa es nuestra responsabilidad. Estoy absolutamente convencido al cien por cien, no me cabe la menor duda, de que la gente que se encuentre en esa situación o se haya encontrado en estos dos años, de repente va a salir de aquí a un palmo del suelo por la alegría, por la risa, porque es necesario para el ser humano tomar distancia y reírte de ti mismo y relativizar. Estos años nos han enseñado que las cosas realmente importantes son dos o tres”.

Mensaje positivo

El protagonista de la obra, Sam Gómez, explica que “Uno de los mensajes positivos y que me encantaría que calase mucho en toda la gente que venga a verlo es que, en realidad, no hay una descripción de belleza estándar y que yo confie en ello. Quiero decir que quizás lo que nos guste a mi hermano y a mi sean cosas muy distintas. Es cierto que en los musicales, en los bailarines o los actores principales hay un estilo de hombre trabajado de gimnasio, con las cejas depiladas y su pelo perfecto, pero estos personajes no son eso. Queda claro que no lo son, y queda claro que cada uno de ellos acepta lo que es. Acepta y vive con ello sin ningún miedo y sin ningún pudor. El modelo de belleza durante los años va cambiando igual que la moda o la música que se escucha. Yo soy feliz con mi cuerpo”.

En cuanto al hecho de que esta obra se eleva como un elemento fundamental que explica que el canon de belleza impuesto no es la realidad, Gómez dice que “efectivamente. En la obra no hablamos de un modo literal de las redes sociales o de los modelos a seguir, pero sí es cierto que de otra manera se aborda el tema. Es genial ver como cuando descubres The Full Monty, descubres la textura que hay por debajo, que son cosas que ahora están muy en el candelero. Habla precisamente de esto, de como debe de ser un ideal de belleza, o lo que nosotros como hombres, o vosotras como mujeres o los personajes femeninos creen que debe ser. Y el personaje de Jota o Dany creen que los tíos son esto o no son esto y luego, durante la función te vas dando cuenta con todas las cosas que ocurren que se rompen estos clichés. Yo debo seguir a alguien que me guste, debo seguir lo que yo soy. Empoderarme, ser feliz con mi cuerpo. Y mi pareja, que ama a la persona que soy y al cuerpo que yo deshecho y es tú me gustas porque eres así”.