El presidente de Conmebol, Alejandro Dominguez ha confirmado que el partido de vuelta de la final de la Copa de Libertadores se jugará fuera de Argentina. Esta decisión se produce después de los altercados producidos horas antes de la final programada para el pasado domingo.

En una carta remitida por Domínguez, a los presidentes de Boca Juniors, Daniel Angelici, y de River Plate, Rodolfo D'Onofrio, el mandatario destacó que los actos violentos ocurridos el pasado fin de semana en el estadio Monumental de Buenos Aires, donde iba a disputarse el duelo de vuelta, hacen que sea mejor acabar la final en otro país. 

El 25 de noviembre estaba previsto que se celebrara la histórica final. Finalemente el partido no tuvo lugar debido a los ataques que se produjeron al autobús que llevaba al Boca hacia el estadio del equipo local.

Tras la suspensión del partido, la Conmebol ha enviado una nota de prensa en la que explica que el partido de vuelta de la final tendrá lugar entre los días 8 y 9 de diciembre.

Aún está por confirmar cuál será el horario del partido y qué sede acogerá el encuentro. A pesar de esto, desde Conmebol han mostrado su interés en el partido se celebre en Asunción (Paraguay). Para ello, desde Confederación se harán cargo de los gastos de viaje, hospedaje, alimentación y traslado interno, desde hasta 40 personas.