El estudio analiza la situación de la infancia entre 2004 y 2012. (FOTO: Obra Social "la Caixa")


Contundente, realista y dramático. Así se puede definir el volumen 40 de la Colección de Estudios Sociales de la Obra Social “la Caixa”, titulado Infancia, pobreza y crisis económica, que acaba de ser presentado. En el mismo se analizan los efectos de la crisis en la evolución de la pobreza infantil a través, tal como han explicado sus responsables, de un “exhaustivo diagnóstico de la situación de la infancia en España en el período 2004-2012, a partir de los datos de la Encuesta de Condiciones de Vida del Instituto Nacional de Estadística”.


Por empezar por el final, es decir, por las conclusiones, lo primero lleva a afirmar que, a tenor de los factores estudiados, se detecta un “empeoramiento del bienestar infantil debido a los problemas de los últimos años en los mercados laboral e inmobiliario”.

Aunque se asegura que las condiciones macroeconómicas mejoran, se antoja que esa visión positiva se encuentra todavía lejos de repercutir en la sociedad. No hay que olvidar que el citado informe va hasta 2012, de ahí que es fácil concluir que la crisis se ceba aún más con el colectivo infantil. No obstante, es preciso tener en cuenta que, si bien es cierto que las condiciones económicas han sido un elemento negativo en este sentido, ya en 2004, es decir, antes de esta situación- la tasa de pobreza infantil se situaba en el 25,4%.

Mayor número y durante más tiempo
Precisamente, con respecto al citado análisis elaborado por Sara Ayllón, profesora lectora del departamento de Economía de la Universitat de Girona, del mismo se desprende que con la crisis económica, “no solo es mayor el número de niños que caen en la pobreza sino que, además, la probabilidad de permanecer en esta situación es cinco puntos porcentuales más elevada entre la población infantil que entre el conjunto de la población”.

[youtube]https://youtu.be/eUFeMZO57PM[/youtube]

Este primer dato es demoledor, pero no el único que adquiere esta relevancia, porque esa persistencia de los niños en la situación de pobreza, en uno de cada cinco casos, es de 3 años de cuatro estudiados.

Cifras contundentes
Los porcentajes y cifras en ocasiones deshumanizan un problema. No obstante, cuando se habla de pobreza infantil, ponen de manifiesto una realidad contundente. Es en este ámbito donde hay que situar que en 2012 uno de cada diez niños en España vivía por debajo de la línea de pobreza severa del 30%, es decir, con menos de 632 euros al mes en un hogar formado por una pareja con dos hijos.

Otro dato terrible se refiere a las diferencias que se dan teniendo en cuenta la edad de los menores. De este modo, según la nueva edición del estudio social de “la Caixa”, el riesgo de pobreza infantil aumenta de forma lineal con la edad, siendo más vulnerables los niños de 14 a 17 años. De hecho, en el período 2004 y 2012 ¡tres de cada diez adolescentes en España vivían por debajo del umbral de pobreza!

Imagen de la presentación del estudio.



Tipos de familia
Asimismo, existen diferencias en cuanto al riesgo si estamos ante niños que viven con un único progenitor, porcentaje que aumenta si también lo hace el número de niños. Ni que decir tiene que si la situación es de paro por parte de uno o ambos progenitores la repercusión es todavía mayor.

Este informe auspiciado por la Obra Social “la Caixa” concluye que “el período de crisis económica ha empeorado y a la vez ha dado mayor visibilidad a la situación de pobreza de numerosos niños”. El mismo también pone de manifiesto que. en plena etapa de crecimiento anterior a la crisis, “España ya encabezaba el ranking de países con mayor pobreza infantil de la Unión Europea”, apuntando a factores como “la falta de políticas familiares y laborales efectivas”.

Segundos en pobreza
Ahora, con la zozobra económica actual, nuestro país se ha situado en el deshonroso segundo puesto de naciones con la tasa de pobreza infantil más alta del conjunto de la UE. Solo nos supera Rumanía. Por ello, el estudio también pone sobre la mesa elementos para el debate y la propia autora considera necesaria “una reforma urgente de las prestaciones sociales destinadas a los niños”, apuntando, por ejemplo, que España es uno de los pocos países europeos sin una prestación universal por hijo a cargo.

Optar porque el ciclo económico conlleve un cambio también en situaciones tan dramáticas o esperar que programas como CaixaProinfancia, que ha atendido a más de 242.000 niños, es tentar la suerte por parte de las administraciones que siguen sin aportar soluciones a este grave problema de la pobreza infantil.