Por supuesto que una correcta alimentación es un punto clave en el rendimiento de un deportista de élite. Pero si hablamos de futbolistas, una alimentación adecuada es algo fundamental, sobre todo, en los últimos 20 minutos de partido. “A partir de ese momento del partido la resistencia física empieza a ceder y la fuerza flojea”, afirma Antonio Escribano, director de la Unidad de Nutrición, Metabolismo y Composición Corporal de la Federación Española de Fútbol.

EFE y la Plataforma Carne y Salud se han reunido en un debate en el que el doctor Escribano ha resaltado:  “El fútbol se juega corriendo; el músculo tiene una capacidad de despliegue motora para la que hace falta combustible, y ese combustible es la alimentación”. Este combustible es el glucógeno, es decir, hidratos de carbono que se localizan en los músculos y en el hígado y que están directamente relacionados con los entrenamientos y ejercicios de alta intensidad.

La alimentación de un futbolista es exactamente igual que la de una persona normal, con el matiz marcado por los productos naturales.

Antonio Escribano, catedrático de Nutrición y especialista en Endocrinología y Medicina Deportiva, incluso establece diferencias en la alimentación dependiendo del puesto que ocupe cada futbolista en el campo. Escribano apoya la aplicación de la ciencia en el fútbol por ser una de las actividades que más interesa a millones de personas y enumera en su estudio aspectos biomecánicos, bioquímicos, fisiológicos y nutricionales, entre otros.

Asegura que existe un hilo conductor entre una mala alimentación y las lesiones de los futbolistas, mientras que una buena alimentación garantiza una larga vida deportiva con un alto rendimiento.

Hablando de la Selección Española de Fútbol, que juega hoy su segundo partido del Mundial contra Irán, el doctor Escribano comparte que viaja con ellos un cocinero que tiene programados los menús detalle a detalle desde el mes de marzo.