Iñigo Errejón es un político discreto que se pasea por los pasillos del Congreso de la misma manera que hace tres años cuando su partido entró en el Hemiciclo. Pero el candidato de Podemos a la Comunidad de Madrid a pesar de que mantiene su esencia, ha cambiado ligeramente su estilo a la hora de vestir y lo cuenta, además de muchas otras cosas, en el número de julio de la revista Esquire.

El reportaje de Sofía Moro y Ana Pérez desvela una cara diferente del político, que confiesa sentirse mucho más maduro para la política mientras posa con estilismos de marcas como Boss, Adolfo Domínguez, Antony Morato, Massimo Dutti, o Ray-Ban.

"Lo primero que llama la atención de Errejón, en las distancias cortas, son sus diminutos ojos azules y su altura. Nadie que no lo haya visto en persona sospecha sus más de 180 centímetros. Está delgado, pero lleva una blazer que le da cierto empaque. Alguien con criterio le ha aconsejado que abandone el jersey de caja, que acentúa su aspecto aniñado (el que tantos memes ha generado) y se pase a la chaqueta. Todo un acierto", comienza a relatar Ana Pérez, autora de la entrevista en Esquire.

Aparece posando en diferentes instantáneas en las que podemos verle vestido con ropa de fútbol y echando unos tiros, también con un traje gris y sin sus caracterísiticas gafas de ver, que ha cambiado en algunas de las fotografías por unas de sol.

Hace yoga y está enganchado a El cuento de la criada

No todo es política en la vida del político. Errejón también ha descubierto nuevas pasiones: "He empezado a hacer yoga hace poco. Comencé porque la tensión se me acumulaba en los hombros y me lo recomendaron, pero me di cuenta de que me relajaba por completo. Así que ahora intento sacar todos los días un hueco. El otro día, por ejemplo, me puse a practicar las respiraciones en el pleno, para relajarme. ", cuenta a Esquire.

También se declara fan de aquellas series que tienen algo que aportarle a la sociedad como "Big Little Lies y El cuento de la criada han hecho más por el feminismo que muchos discursos políticos. Pero si las consumes compulsivamente, te pierdes cosas. Hay que masticarlas, charlarlas con alguien, comentarlas… Si no es como si mezclaras sabores".

La entrevista completa podrá leerse en el número de julio de la revista.