La primera mujer que denunció un caso de abuso sexual en el ámbito político en España tiene nombre y apellidos: Nevenka Fernández García. Este martes, con motivo del Dia Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en el Congreso de los Diputados ha tenido lugar un acto en el que ha intervenido, mediante videoconferencia, Fernández narrando su experiencia y mostrando sus puntos de vista.
"Creo que todavía en cada uno de nuestros lugares, desde donde nos corresponde, pelear contra la violencia requiere nuestra valentía. Podemos marcar una diferencia y quizás eso no cambia el mundo, pero un pequeño cambio puede mover montañas. Así que, que seamos valientes y que sigamos apostando por la educación, por un modo de comprender", ha comentado.
A partir de una conversación entre la exconcejala del Partido Popular en Ponferrada y Cira García —jueza especializada en violencia de género—, Fernández ha destacado que las mujeres aún siguen teniendo dificultades a la hora de denunciar abusos, enfocándose en que entre los factores se encuentran la culpa, el miedo y la revictimización la cual, según informa, puede manifestarse durante años. "Mi única manera de sobrevivir fue hacer lo que hice. No considero que fuese muy valiente (...) Siempre hubo personas más valientes que yo, que se atrevieron a escuchar, que se atrevieron a acompañar", ha añadido.
Además, la economista ha aprovechado para lanzar un llamamiento que fortalezca la formación especializada para quienes tratan con violencia de género y a crear mecanismos seguros para denunciar. "Tiene que haber formación especializada para personas que se acercan a tratar a víctimas de violencia, porque, como en cualquier otro caso de trauma, una persona sufre un trauma, pues, primeramente, es muy difícil hablar de ello, y es difícil hablar de ello si estás en un lugar donde no te sientes seguro", ha razonado.
Siguiendo su relato, se ha referido a los efectos de la compresión como “curativos extraordinarios”. "Yo creo que hace 25 años, incluso siendo juez, había que ser muy valiente para atreverse a escuchar a una mujer que venía a contar lo que la sociedad no estaba preparada para escuchar", ha justificado.
Asimismo, ha invitado a que se rompa el "ciclo de culpa", de "cómo a la mujer se la ve en el lado culpable". Fernández ha confesado que en su caso ella se marcho llena de culpa, vergüenza, miedo y que junto a ello se sintió sola durante muchísimos años.
De la misma forma, también ha compartido que las mujeres cuentan con un “coste muy grande”. “Te van a cuestionar inmediatamente, sabes que no vas a ser creída. Van a intentar encontrar la culpa que tú tienes por haberte metido sola en un portal con seis hombres, por haberte puesto la minifalda, por haber consentido una relación, como en mi caso, y después decir que no querías tenerla más. Entonces sabes que va a tener consecuencias devastadoras y consecuencias no solo para ti, sino consecuencias para tu entorno, tu familia, o sea, tu vida", ha profundizado.
Tras el relato de Nevenka Fernández, la jueza García ha optado por exigir un aumento en los recursos de lucha contra la violencia de género y que las victimas sean oídas. "No podemos recortar recursos y desde luego hay que incrementarlos y potenciarlos porque están los recursos saturados", ha aclarado.
Sin considerar esto suficiente, ha subrayado que "la violencia contra las mujeres nunca puede estar a merced del partido político que gobierna”, pidiendo así que no se genere ningún ápice de retroceso en este ámbito.
Respecto al punto de la formación, ha esclarecido que los jueces no deben tomar la formación especializada en violencia de género como una “opción” sino como una “obligación”, destacando que debería ocurrir en todos los entornos laborales con mujeres presentes.
"Los equipos técnicos de los juzgados están sobresaturados, hay que seguir invirtiendo. La ley es una parte importante, pero si las leyes no tienen dotación presupuestaria para cubrir esos derechos económicos y sociales que recogía la ley, las leyes no pueden ser declaraciones. Tienen que asumirse compromisos, pero es muy importante que no se recorten los recursos y no solamente que no se recorten, que se aumenten", ha adjuntado.
También ha incidido en el momento de después de que la víctima haya denunciado violencia de género. "Cuando va al juzgado todo el mundo la acompaña, pero luego se queda absolutamente sola y olvidada", ha alertado, para lo que ha pedido acompañamiento posterior.
Un lastre para la democracia
Por otro lado, Francina Armengol ha calificado a la persistencia de la violencia de género como "un mal sistémico, estructural, antiguo, atroz" y un "lastre" para la democracia.
Armengol ha expresado mediante su discurso que la violencia se entrelaza con otras "opresiones", como la clase social, el origen étnico, la diversidad funcional o la orientación sexual. "Un entramado de violencias que nos atraviesan y a las que, como sociedad, debemos dar respuesta", ha apuntado.
Sumado a esto, la política ha señalado la importancia de la movilización social y las herramientas de visibilización: "Ahora somos el pueblo de las manifestaciones masivas en favor de la lucha feminista, del "hermana, yo sí te creo", del "#Cuéntalo", del #Metoo. De las leyes pioneras, de la visibilización". "queda muchísimo camino por recorrer", ha concluido.