El 25 de noviembre marca cada año el día internacional de la Eliminación de la violencia contra la Mujer, una conmemoración mundial impulsada por la ONU con el fin de sensibilizar y movilizar a la comunidad internacional para erradicar la violencia de género.
ÚNETE para poner fin a la violencia digital contra las mujeres y las niñas
En 2025, el foco de la campaña se dirige expresamente hacia la dimensión digital del problema, bajo el lema “ÚNETE para poner fin a la violencia digital contra las mujeres y las niñas”.
Casi la mitad de las mujeres y las niñas en el mundo carecen de protección legal frente al abuso digital
El riesgo de la tecnología
La razón de este énfasis es clara: la tecnología, que podría favorecer la igualdad y la participación de mujeres y niñas, se ha convertido también en vector de abuso y violencia.
Como advierte ONU Mujeres, “la violencia digital se está intensificando, sin embargo casi la mitad de las mujeres y las niñas en el mundo carecen de protección legal frente al abuso digital”.
Además, este tipo de violencia no es un fenómeno aislado: “El abuso digital (también llamado violencia facilitada por la tecnología contra mujeres y niñas) cubre un amplio espectro de comportamientos violentos”.
Datos
La ONU estima que un 8% de las mujeres han tenido experiencias personales de violencia digital y un 85% la han presenciado contra otras mujeres. Y advierte de que “la desinformación y la difamación son las formas más frecuentes de violencia digital contra las mujeres. El 67% de las que la han sufrido denuncian esta táctica”.
Además, sus datos indican que “el 90-95% de todos los deepfakes son imágenes pornográficas no consensuadas y alrededor del 90% de estas representan a mujeres”.
Un colectivo que sufre un riesgo especialmente alto es el de las periodistas: “Un 73% han sufrido violencia on line”.
Y no solo eso, es que la mayoría de estos abusos se cometen con total impunidad: “Menos del 40% de los países cuentan con leyes que protejan a las mujeres del ciberacecho o el ciberacoso. Esto deja al 44% de las mujeres y niñas del mundo (1.800 millones) sin acceso a protección jurídica”.
¿Qué es la violencia digital?
La violencia digital, en este contexto, se define como “cualquier acto dañino que se comete, asiste, agrava o amplifica mediante herramientas digitales o tecnologías de la información y la comunicación, y que puede provocar daño sexual, psicológico, económico, social o incluso físico”.
Se trata, por tanto, de una extensión de la violencia de género tradicional al ámbito digital. Los agresores aprovechan plataformas, aplicaciones, redes sociales, sistemas de vigilancia o herramientas de IA para hostigar, controlar, difamar, amenazar o explotar a mujeres y niñas.
ONU Mujeres destaca: “también se conoce como violencia contra las mujeres facilitada por la tencología, un término que refleja mejor cómo puede facilitar la tecnología la violencia contra ellas”.
Y añade: “El abuso digital se transmite a la vida real y genera miedo, voces silenciadas y -en los peores casos- lleva a la violencia física y el feminicidio”.
Esto evidencia que lo que ocurre en el ámbito digital no se queda allí: repercute en el mundo físico, en la autonomía de las mujeres, en su salud mental, en su participación pública y privada.
Tipos de abuso digital
La ONU hace hincapié en los distintos tipos de abuso digital:
- Ciberacoso, troleo y amenazas
- Acoso digital y acoso sexual
- Falsificación de imágenes mediante inteligencia artificial (IA): imágenes sexualmente explícitas, pornografía falsificada e imágenes, vídeos o audios manipulados digitalmente
- Discurso de odio y desinformación en las plataformas
- Doxeo: publicación de información privada
- Acoso, vigilancia o seguimiento para controlar las actividades de una persona
- Captación y explotación sexual digital
- Suplantación de identidad
- Redes misóginas, como la machoesfera