Hoy celebramos el día mundial de la Infancia, que promueve la ONU para reflexionar sobre los retos en la protección de los derechos del niño. “Los derechos de la infancia son derechos humanos. Son innegociables y universales, pero, en la actualidad, son demasiados los lugares donde los derechos de los niños y niñas se malinterpretan o se ignoran. O lugares donde se deniegan o atacan estos derechos fundamentales”, advierte la institución.
Actuemos para construir un mundo mejor para los niños
Una jornada muy especial que “nos ofrece un punto de partida para llevar a cabo medidas inspiradoras para defender, promover y celebrar los derechos del niño a través de diálogos y acciones que construirán un mundo mejor para ellos”.
Los niños y las niñas viven en un mundo que es fruto de decisiones que no han tomado
Decisiones ajenas
“Cada día, a la salida del sol, los niños y las niñas se despiertan en un mundo que es fruto de decisiones que ellos no han tomado. Pero también despiertan con derechos: a ser protegidos, a aprender y a expresar su opinión”, explica UNICEF.
Por eso, “ha llegado el momento de escucharlos, de comprender cómo viven y de qué manera sus derechos se hacen presentes, se vulneran o se defienden día a día”.
Escuchar a la infancia
Aunque los adultos vamos por la vida como si fuésemos los únicos capaces de tomar decisiones y, en muchas ocasiones, despreciamos o no prestamos atención a las de los más pequeños, UNICEF señala que “al aportar nuevas ideas y puntos de vista originales, los niños, niñas y jóvenes pueden lograr grandes cambios y contribuir a crear un mundo mejor para todos y todas”.
Una tarea en la que esta organización considera que el papel de los progenitores y cuidadores es fundamental. En primer lugar, para “generar confianza y autoestima”. Según explican sus expertos, “cuando los niños se sienten escuchados y comprendidos, se impulsa su confianza”.
Pensamiento crítico
Otra de las funciones que deben asumir los padres es animar a los niños a tener pensamiento crítico a base de escucharlos, lo que aumenta sus “capacidades para solucionar problemas”. Además, “los anima a pensar en profundidad sobre el mundo y su lugar en él”.
Cuando los padres prestan atención a sus hijos, se fomenta la creatividad: “Al dar a los niños libertad para expresar su visión de futuro, los estás ayudando a pensar creativamente sobre los retos y oportunidades que puedan afrontar”.
La consecuencia es que se reforzarán vuestros lazos, porque “el diágolo abierto fomenta la confianza entre padres e hijos. Asegura que los niños se sienten cómodos contigo al contarte sus sueños, preocupaciones e ideas”.
Cómo hacerlo
Pero, claro, una cosa es saberse la teoría y otra ponerla en práctica. Muchas veces, los propios padres no saben cómo afrontar estas situaciones. UNICEF recomienda fomentar las conversaciones familiares sobre la vida y los derechos de los más pequeños. “Reserva un tiempo dedicado a hablar, en las que todos puedan compartir sus pensamientos sobre la vida diaria”.
La institución recomienda aprovechar momentos como la comida, los fines de semana o incluso si los acompañas a la escuela.
Para conseguir que la conversación funcione, lo ideal es “hacer preguntas abiertas, como: Si todo el mundo te prestara atención, ¿qué les dirías sobre tu vida diaria y tus derechos?”. También te puedes interesar por “qué cosas te gustaría cambiar del mundo” o “cómo crees que podemos hacer que el mundo sea un sitio mejor para todos”.
Eso sí, lo fundamental es “escuchar con atención sus respuestas y hacer preguntas para continuar con la conversación”, además de “animarlos a explorar sus ideas”.
Incluso, puedes “grabar o escribir sus pensamientos” y “convertirlo en una tradición anual para comprobar cómo evoluciona su visión”.
Otra de las recomendaciones de UNICEF incluyen “empezar un diario” o “escribir una carta a su yo de dentro de 10 o 20 años”, para poder “revisitarla en el futuro”.
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