La LGTBIfobia institucional instalada por el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, provocó que el alcalde de Munich quisiera iluminar el Allianz Arena, una de las sedes de la Eurocopa 2020, con la bandera LGTBI en su fachada. Sin embargo, la UEFA se negó en rotundo por ser una "decisión política" y abrió una investigación al capitán de la selección alemana, Manuel Neuer, por llevar el brazalete con los colores arcoíris.

Esta es una de las muchas de las puntas del iceberg que señalan la discriminación por orientación sexual, expresión o identidad de género que se dan en el deporte. El último ejemplo en España lo encontramos con el jugador de waterpolo Victor Gutiérrez. El jugador del Tarrasa denuniaba en abril una agresión homófoba sufrida en el agua. “Un jugador del equipo rival me ha llamado maricón durante el partido” denuncia en una grabación. “Yo no le he querido dar la mano después del partido. Por eso que me ha dicho y me ha vuelto a llamar maricón” lamentaba.

Su denuncia provocó que Nemanja Ubovi se convirtiera en el primer jugador sancionado por homofobia en el deporte español. Un hito que llegaba después de décadas donde los gritos de "maricón" y "bollera" se han convertido en una tónica habitual en entornos tan cercanos como un campo de fútbol.

Los clubes LGTBI piden ser tomados en cuenta

Sin embargo, conocer la realidad a la que se enfrenta el colectivo LGTBI en nuestro país es imposible. "No hay datos que nos orienten. Lo más parecido que podemos consultar es el informe que todos los años hace el Ministerio del Interior sobre delitos de odio, pero no se conoce el dato ya que no se especifica", explica a ElPlural.com Víctor Granado, presidente de ADI LGTBI+.

"Desgraciadamente solo tenemos los testimonios de los deportistas. Es cotidiano encontrarse con situaciones como la de Víctor Gutiérrez como por ejemplo no poder acceder a una ficha federativa si eres una persona trans, o no puedes acceder como deberías a los vestuarios como deberías, o te insultan desde las gradas o en el terreno de juego. No podemos tener un diagnóstico general que nos permita medir esto. No hay datos y es una de nuestras reivindicaciones. Las instituciones no se lo toman en serio", añade. 

La Agrupación Deportiva Ibérica LGTBI+ nació en 2009 y engloba a entidades deportivas de gays, lesbianas, bisexuales, transexuales, intersexuales y otras identidades de genero del país. En la actualidad representa a alrededor de 3.000 deportistas LGTBI+ para erradicar la LGTBIfobia y la promoción de la diversidad afectivo-sexual en el deporte. Con sus doce años de historia piden a las instituciones que aborden la situación. "A veces no tienen esa mirada. La discriminación no es evidente por sí sola. Si quien hace esos informes no es consciente de que vive en una sociedad heteropatriarcal y heteronormativa esos informes no preguntarán determinadas cosas", cuenta poniendo como ejemplo que no se sabe cuántas personas trans abandonan el deporte tras su transición ya que no se pregunta.

"Es importante ser visible en el deporte para que las personas tengan referentes de modelos diversos que pueden desarrollar en su vida y entiendan que el deporte es alto totalmente ajeno solo por ser una persona LGTB", cuenta sobre la importante de ser visible en el deporte. "Cuando yo empecé a jugar al rugby decía: '¿Y qué voy a hacer yo en el club deportivo de la facultad? ¿Qué tengo que ver yo con esta gente? ¿Me voy a sentir cómodo'. Son preguntas que se hacen muchas personas LGTBI, que se acrecientan en el caso de las personas trans", ejemplifica a modo de vivencia personal.

Precisamente dentro de ADI LGTBI+ se encuentra G Sports Madrid. Se trata de un club deportivo y una asociación sin ánimo de lucro que engloba a quince secciones deportivas y tres artísticas. "Buscamos fomentar el deporte para que se pueda llevar a cabo en espacios con total libertad de expresión donde no haya discriminación por ninguna razón, pero en especial por LGTBIfobia o identidad de género. Trabajamos para erradicar la LGTBIfobia en cualquier espacio, pero en especial en el deporte", indica Sergi Fernández, presidente del club.

"Hay LGTBIfobia en todas partes. Existe y lo sabemos, estos días de Orgullo ha habido agresiones. El deporte es una actividad más seguida y su repercusión es mucho mayor", explica, por eso insiste en la necesidad de ser visible.

"Todo el mundo tiene derecho a ser libre. Los derechos del colectivo son derechos humanos y tenemos derecho a practicar deporte de manera libre como cualquier persona heterosexual. Existiremos mientras haya países y organizaciones que no defiendan los derechos humanos", cuenta a este diario.

Un compromiso político

Para que la plena igualdad de las personas LGTBI sea una realidad es necesario un compromiso político. Dado que desde 2007 no se ha hecho ningún avance legislativo nacional en materia LGTBI, las asociaciones piden que la tramitación parlamentaria del Anteproyecto de Ley para la Igualdad real y efectiva de las Personas Trans y para la Garantía de los Derechos de las Personas LGTBI aprobado este mismo martes en el Consejo de Ministros.

"No es suficiente porque adolece de una falta de seriedad y de rigor en el análisis de la importancia que tiene el deporte para el desarrollo de la personalidad de cualquier persona y como herramienta de transformación social. Son solo recomendaciones de carácter muy genérico", indica Granado explicando que la mayoría de competencias se encuentran transferidas a las comunidades autónomas.

Por su parte, el presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), Jose Manuel Franco, se muestra optimista sobre la protección de las personas LGTBI en el deporte. "Es una cuestión de tiempo que aparezcan referentes LGTBI en el fútbol. Todas las federaciones, todas las disciplinas, están demostrando un compromiso inequívoco con la visibilidad de este colectivo, y desde los poderes públicos estamos impulsando que así sea. Prefiero quedarme con lo bueno. Estamos avanzando deprisa, como ponen de manifiesto el compromiso de algunos jugadores y de clubes como el FC Barcelona, que tiñó de arcoiris su logo hace unos días", comienza diciendo.

"Cada día se dan pasos nuevos y aparecen más deportistas LGTBI, tanto hombres como mujeres. El CSD va a estar siempre ahí para apoyar que se den este tipo de pasos: así lo demostramos en cada manifestación pública, en la formación que impartimos a las Federaciones sobre esta cuestión en concreto, o en la elaboración de la Ley del Deporte, que será de las modernas de la UE en cuanto a protección del colectivo", indica sobre el anteproyecto de ley que prepara el Gobierno.

En la misma línea se muestra Santiago Rivero, portavoz del PSOE de Turismo y Deporte en la Asamblea de Madrid. "Hay deportistas de primer nivel visibles. Pero hay otros que deciden no serlo. Pese a que cada vez más clubes se sumen a hacer actos con motivo del Orgullo, todavía siguen sin hacer unas políticas de verdad internas para los futbolistas LGTBI, que los hay, evidentemente. Si seguimos en entornos de machismos y LGTBIfobia los que hay no van a salir del armario. Hay que ser visible porque se crean referentes. Se puede ser deportista y LGTBI", explica.

Por ello, pide mayores políticas en la Comunidad de Madrid: "En la Comunidad de Madrid en este sentido nos queda muchísimo por hacer. En primer lugar, dar apoyo a las asociaciones que realizan esta labor porque no se les ayuda nada. Hacer deporte en Madrid es prácticamente una cuestión de lujo. Con lo que cuestan las instalaciones deportivas es totalmente imposible están casi todas prácticamente privatizadas. Es imposible que personas con bajos recursos puedan acceder a prácticas deportivas. Las personas migrantes o regufiadas LGTBI, no tienen acceso a esa práctica. La Comunidad tiene la responsabilidad de hablar con federaciones y clubes para que se forme a todas las personas para evitar esas situaciones que en los vestuarios pueden ser desagradables".

Eduardo Rubiño, presidente del Grupo Parlamentario de Más Madrid suscribe la misma opinión. "Claramente sigue existiendo mucha LGTBIfobia porque no se explica los pocos deportistas que han salido del armario. Queda mucho por recorrer en esta materia. Además, hemos estado viendo todo lo que ha ocurrido en Europa porque ha sido muy importante esa labor de visibilización con las banderas LGTBI en oposición al Gobierno Homófobo de Hungría, pero en España tenemos que poner esos instrumentos que permitan acabar con la discriminación en los campos deportivos y que salgan referentes que animen a más gente a dar el paso", cuenta.

Así, denuncia la falta de voluntad del Gobierno de Ayuso. "En la Comunidad de Madrid para empezar tenemos que cumplir las leyes que tenemos en lugar de querer recortarlas. El primer anuncio que ha hecho Ayuso es que está dispuesta a recortar la Ley LGTBI y la Ley Trans de la Comunidad de Madrid. Es una barbaridad que va en la misma agenda que va en la misma línea que las políticas de Hungría y Polonia. Solo estamos un paso por detrás porque la agenda es la misma", explica.

"En el deporte, por ejemplo, hay un protocolo sobre LGTBIfobia en el ámbito deportivo que lleva cinco años para ver la luz y que no parece que vaya a salir adelante aunque lo exija la ley 3/2016", denuncia.