Los agentes han identificado a 11 adolescentes como presuntos autores de las imágenes de niñas desnudas en Almendralejo (Badajoz) o que, al menos, han participado de la distribución de las instantáneas. Tres de ellos presuntamente manejaban la aplicación a partir de la cual se creaban las fotografías y el resto formaba parte del chat en el que se distribuían. Algunos de ellos tienen menos de 14 años, lo que hace que no se les pueda exigir responsabilidad penal, sí así al resto de menores identificados.

Al menos 21 personas son víctimas de estos montajes, según apunta la Policía Nacional, el cuerpo que sigue el curso de la investigación. A partir de aquí, deberá intervenir la Fiscalía, pero una vez que reciba el atestado policial. Mientras tanto, el resto del equipo -unidades de criminalidad informática y de menores- se encuentran recabando datos para actuar en el momento en el que sea necesario.

Además de la Policía y los expertos señalados, también trabajan en el caso operarios de la Agencia Española de Protección de Datos, que ha abierto actuaciones previas de investigación y ha contactado con el Consistorio de la localidad pacense y con la Junta de Extremadura para que informen de que se puede solicitar la retirada de las imágenes a través de un canal prioritario que se puso en marcha en 2019 y que permite precisamente quitar de la red imágenes de contenido violento o sexual que circulen por internet sin el permiso de la persona afectada.

Posibles delitos

Hasta cuatro son los delitos que se pueden atribuir a los presuntos autores, aunque para ver si se ajustan con los hechos, antes hay que observar las fotos propiamente dichas, así como la intervención de cada uno. En cualquier caso, son varios los artículos del Código Penal que están sobre la mesa, siendo estos los que tienen que ver con la elaboración y la distribución de material pornográfico, tenencia de pornografía infantil, contra la integridad moral de las víctimas o contra la intimidad.

Para que los dos primeros queden amparados por el Código Penal, las imágenes deben mostrar de forma explícita un acto sexual en el que participa alguna de las chicas o que se vean sus órganos sexuales “principalmente con fines sexuales”. Asimismo, para que se cumpla un delito contra la integridad moral o la intimidad las caras de las niñas deben haber sido tomadas en un lugar privado o extraídas de redes sociales.

Qué pasa con los menores de 14 años

Para las personas que tienen menos de 14 años, el ministerio público únicamente puede actuar en materia de protección. De esta manera, suele ser la Fiscalía la que abre diligencias de protección, aunque se archivan y el caso pasa a la Fiscalía de protección de menores. Todo suele quedar en que el menor es derivado a algún programa socioeducativo, pudiendo tener que acudir el autor de los hechos en última instancia a módulos informativos específicos, por ejemplo de igualdad de género en caso de que el delito que se produce sea “contra la libertad o indemnidad sexual o de violencia de género”.

Aumento preocupante de casos

Esta semana una veintena de familias denunciaban la publicación y la difusión de fotografías del falso desnudo de sus hijas, de entre 12 y 17 años, llevado a cabo con inteligencia artificial (IA). El hecho ha puesto de manifiesto el peligro de esta herramienta cuando se emplea para fines que incurran en el daño a otra persona, siendo mayoritariamente éste de índole sexual y violento.

Con todo, se trata de una cuestión creciente, aunque las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad lo investigan con discreción para evitar el efecto llamado. Además, los actos entablan una dificultad añadida que pasa por el control de las imágenes una vez que trascienden a grupos de Whatsapp o Telegram (aunque en este caso, las indicaciones apuntan a que se han quedado aquí). Así lo advierte el Grupo de Protección al Menor de la Unidad Central de Ciberdelincuencia, quien reconoce a su vez el aumento de los casos, pese a mostrarse cauto con el mismo.

Entretanto, la creación y difusión de imágenes de desnudos o de índole sexual está tipificado como un nuevo tipo de violencia machista y reciben el nombre concreto de deepfakes en la categoría de ciberviolencias, calificado como tal por el instituto Europeo de Igualdad de Género. Hay que subrayar igualmente que es algo de lo que en las últimas semanas también han sido víctimas algunas celebrities como la cantante Rosalía o la influencer Laura Escanes.