Los hospitales se prepararon hace semanas para lo que se conoce ya como ‘nueva normalidad’, tras haber superado el periodo más crítico de la crisis sanitaria.
Por delante queda el reto de recuperar la actividad normal, estando preparados para posibles nuevas curvas, y organizar centros seguros y protegidos, tanto para los pacientes como para los sanitarios.
En este sentido, cuatro hospitales de la sanidad pública madrileña han recibido recientemente el sello AENOR que certifica que disponen de un Protocolo seguro frente al Covid-19.
Se trata de la Fundación Jiménez Díaz, y de los hospitales Rey Juan Carlos de Móstoles, Infanta Elena de Valdemoro y General de Villalba.
Con él se reconoce y acredita su trabajo y compromiso y se les identifica y confirma como espacios protegidos y saludables.
Para hacer entrega de la certificación, la empresa auditora ha realizado un exhaustivo análisis de todos los protocolos, procedimientos y medidas implementadas para reducir al máximo el riesgo de contagio por Covid-19 y ha verificado que se cumplen los estándares más exigentes.
Desinfectados y recuperados todos los espacios asistenciales que fueron utilizados para la pandemia, estos hospitales han organizado circuitos de atención diferenciados y separados para pacientes Covid y no Covid.
Screening telefónico
Del mismo modo, han implantado otra serie de medidas para garantizar la seguridad como un sistema de screening telefónico, consistente en contactar previamente por esta vía con todo aquel que ha de acudir a una consulta, una prueba diagnóstica o un tratamiento, para valorar, desde el punto de vista epidemiológico, su riesgo de contagio. En aquellos casos en los que se detecta que es necesario, se pauta la realización de un test PCR.
‘Check point’ en el acceso
Sumado al screening previo, se ha habilitado en todas las puertas de entrada de estos hospitales un punto de control o ‘check point’, dotado con los recursos físicos, técnicos y humanos necesarios para detectar, analizar y verificar el estado físico, tanto de los pacientes, como de los acompañantes.
Desde estos enclaves, se comprueba que quienes acceden a las instalaciones cumplen con las medidas de seguridad recomendadas por las autoridades sanitarias y se les recuerda cuáles son.
Como están dotados de cámaras termográficas de alta precisión, además, se mide la temperatura de todo aquel que entra y se alerta si se detectan niveles elevados.
Estos mismos ‘check point’, además, marcan los distintos circuitos de acceso al hospital, la entrada al mismo y las posibles trayectorias para desplazarse en su interior.
Medidas de seguridad
Para informar de cuáles son las medidas de seguridad y recomendaciones a seguir, hay cartelería destinada a este fin y personal específico, que también comprueba que se cumplen las normas. Entre estas figura el uso obligatorio y adecuado de mascarillas y la higiene frecuente de manos, para la que se han instalado dispensadores de geles desinfectantes en numerosos puntos del hospital.
Asimismo, se recomienda evitar aglomeraciones, el uso de los ascensores y los desplazamientos innecesarios y mantener la distancia de seguridad con el resto de pacientes. Para hacerlo factible, se han ampliado las salas de espera e incorporado mensajes de petición de respeto de uso de un asiento de cada dos para evitar proximidad.
Por último, se aconseja a todos los pacientes que han de acudir a estas instalaciones que lo hagan acudan siempre que sea factible sin acompañante y que ajusten su llegada al horario de consulta.