Hong Kong ha ordenado el sacrificio de más de 2.000 hámsters y otros pequeños animales de compañía ante la posibilidad de que estos contagien el coronavirus. La decisión fue tomada después de que las autoridades sanitarias detectaran algunos casos de Covid-19 en una tienda de mascotas del territorio autónomo.

La secretaria de Salud, Sophia Chan, defiende que con ello pretenden preservar la salud y mantener su estrategia de “cero covid”. La estricta –y polémica- decisión llegó después de que un empleado y un cliente de la tienda dieran positivo tras entrar en contacto con los  roedores. Por el momento no hay certezas de que fueran las mascotas las que transmitieron el covid, pero de ser así se convertiría en el primer caso en el que un animal contagia el virus a personas.

Se piensa que las mascotas fueron importadas de Países Bajos, aunque se desconoce si los animales llegaron ya como portadores o se contagiaron en Hong Kong. Razón por la cual las autoridades han pedido a todas las personas que adquirieron un hámster después del 22 de diciembre que lo entreguen para sacrificarlo. Esto se traduce en que un total de, aproximadamente, 2.000 hámsters serán sacrificados.

La decisión ha despertado el enfado y la indignación de los dueños de los pequeños roedores. Ya se han reunido más de 25.000 firmas para tratar de frenar una resolución que la ciudadanía tacha de “injusta y brutal”. Sobre todo porque no hay evidencias  a nivel internacional, tal y como se ha señalado antes, de que las mascotas transmitan el covid a los humanos. De hecho, la propia responsable de Sanidad defiende que es una medida “de precaución”.

En lo que respecta a la tienda de mascotas, esta quedó clausurada el mismo martes. Lo mismo el almacén del establecimiento, que cuenta con otras seis sucursales en la ciudad.