En un mundo donde todo es lujo, glamour, alfombras rojas, trajes y vestidos exclusivos y un largo etcétera que no acabaría nunca, también hay lugar para lo siniestro y lo deplorable. Y es que cualquier sitio, por idílico y bucólico que parezca de cara a la galería, cuenta con sus inmundas y secretas - hasta cierto punto - cloacas. Un lugar que se intenta esconder, por el bien común, pero que aflora con la posibilidad manifiesta de mellar en la artificial imagen que se tiene de ese Edén.  Este es el caso de Hollywood. La Fábrica de Sueños que ha alimentado nuestra insaciable sed de vivir vidas que no son las nuestras y evadirnos de la realidad.

Los cimientos de la industria del cine se han visto atacados por si misma. Y es que en las últimas semanas han corrido ríos de tinta sobre un asunto que a muchos gustaría se tratara de una película y no de una realidad. El acoso sexual existe en Hollywood y, pese al mutismo instaurado durante décadas, el escándalo ha estallado y la onda expansiva que ha liberado se antoja imparable.

El caso Weinstein

El primero en destapar todo este entramado que se extendía en el tiempo, casi desde la década de los 70, fue The New York Times. Esto provocó un tsunami de declaraciones de actrices consagradas que corroborraron las informaciones del archiconocido rotativo neoyorquino, poniendo el dedo acusador sobre la figura de Harvey Weinstein, productor y cofundador de la productora The Weinstein Company.

Desde acoso a violaciones. Ese es el abanico en el que, según el citado diario, se movía un Harvey Weinstein que aseguraba que "muchas de las informaciones eran falsas". No todas. Asimismo, a través de un comunicado, el afamado y poderoso productor pidió perdón por sus comportamientos, reconociendo que "llevo diez años en terapia tratándome". Pidió una segunda oportunidad aunque, para ello, "tengo que trabajar y ganármela". Tras trascender la información, Weinstein fue cesado de la compañía que él mismo fundó junto a su hermano, tras una estancia ominosa en Miramax.

Rose McGowan, Ashley Judd, Gwyneth Platrow o Angelina Jolie son algunas de las actrices que han denunciado la actitud acosadora de Weinstein, amén de una interminable lista de empleadas. Un patrón que solía repetirse. Acoso, chantajes económicos o incluso laborales-llegó a decirles que si no se acostaban con él no triunfarían en Hollywood- acuerdos extrajudiciales de silencio... Así actuaba Harvey con la seguridad de que nadie conocería sus secretos.

Los cómplices de Harvey

Muchos han sido cómplices de los actos que Weinstein ha perpetrado. Uno de ellos, Quentin Tarantino -protegido de Harvey -, que ahora lamenta no haber dicho nada ante lo que presenciaba. Ferviente crítico del machismo de Hollywood, esta vez le ha temblado el pulso al meterse en este triste escándalo.

El director de genialidades como Pulp Fiction, Reservoir Dogs o más recientemente Malditos Bastardos, rompió su silencio cinco días después de haberse destapado el caso Weinstein. Esta es la declaración completa de Tarantino a través del Twitter de su amiga y cineasta Amber Tamblyn:

Durante la última semana he asistido conmocionado y descorazonado a las revelaciones que han salido a la luz sobre mi amigo desde hace 25 años Harvey Weinstein. Necesito unos cuantos días más para procesar el dolor, las emociones, la rabia y los recuerdos, y entonces hablaré públicamente sobre ello.

El de Weinstein es un caso turbulento que no ha hecho más que empezar y que dejará más de un cadáver cinematográfico a su paso. Sin embargo, no solo sobre él se han vertido acusaciones de acoso sexual.

Ni Frank Underwood se libra

En una entrevista para una publicación americana, Anthony Rapp sacaba a relucir su secreto más perturbador y oscuro, que salpicaba a una de las estrellas de la ficción americana: Kevin Spacey. El actor que da vida a Frank Underwood en House Of Cards no se libra tampoco de las acusaciones de acoso sexual. La que relataba Rapp tuvo lugar en 1986, cuando Spacey tenía 26 años y Rapp 14.

Rapp aseguraba que el hecho ocurrió tras una noche de fiesta. Spacey "cruzó la puerta conmigo en brazos, como un novio con la novia", relata Rapp. "Estaba intentando seducirme y me daba cuenta de que quería tener relaciones sexuales conmigo", continua su relato. Se dio cuenta de que era gay porque "tenía una foto enmarcada de él abrazando a otro hombre". Fue entonces cuando decidió marcharse a casa mientras Spacey "se apoyaba en el marco de la puerta, en plan '¿Seguro que quieres irte?'".

Sus acusaciones no han sido ni admitidas ni desmentidas por el propio Spacey, quien, a través de un comunicado ha asegurado no acordarse del incidente a. El texto, no obstante, traía consigo un bombazo más propagandístico que inocente. En esa misma nota de prensa, el actor que encarnó a las mil maravillas a John Doe en Seven declaraba su homosexualidad:

Profeso mucho respeto por Anthony Rapp como actor, y escuchar su historia me horripila. Sinceramente, no recuerdo ese encuentro, que habría tenido lugar hace más de 30 años. Pero, si de verdad me comporté de la forma que él describe, le debo la más sincera de las disculpas por lo que habría sido una conducta muy impropia bajo los efectos del alcohol, y siento que haya tenido que cargar durante todos estos años con los sentimientos que describe. Esta historia me ha animado a plantarle cara a otros aspectos de mi vida. Sé que hay historias acerca de mí, y que algunas de ellas han sido alentadas por el hecho de que yo sea tan celoso de mi intimidad. Como saben mis amigos más cercanos, en mi vida he tenido relaciones tanto con hombres como con mujeres. He amado a y he tenido encuentros románticos con hombres y mujeres. He amado a y he tenido encuentros románticos con hombres a lo largo de mi vida, y ahora elijo vivir como un hombre gay. Quiero abordar esto de forma honesta y abierta, y esto comienza con un examen de mi propia conducta.

Una declaración que suena a excusa para muchos - la mayoría quizás -. Una cortina de humo para frenar lo que supondría una caída a los infiernos. Sin embargo, las acusaciones se han ido sucediendo y hasta ocho miembros de House Of Cards han denunciado una conducta acosadora de la estrella de la ficción política que, tras la polémica originada con la entrevista de Anthony Rapp, ha sido suspendida por Netflix hasta "nuevo aviso"