Gibraltar ha aprobado una modificación a la Ley del Petróleo que permitirá condenar a cadena perpetua a quienes comercien ilegalmente con ese combustible, lo mismo que ocurre actualmente con delitos por drogas, armas o pornografía infantil. El objetivo es acabar con la denominada práctica del petaqueo, clave en el suministro a los narcotraficantes que cruzan con sus lanchas por el Estrecho.

El Gobierno de Gibraltar aprobó esta norma la semana pasada, a través de una modificación de la Ley del Petróleo (Petroleum Act), "con el fin de abordar el creciente número de personas halladas en posesión de bidones de gasolina, muchas veces llenas de combustible de automoción altamente volátil", según comentan fuentes del Ejecutivo gibraltareño, citadas por El Confidencial.

La ley contempla la cadena perpetua, si la acumulación de combustible deriva en lesiones graves o en fallecimientos. Además, estos casos solo los podrá juzgar su Tribunal Supremo, y las sanciones serán mayores, pudiendo alcanzar cifras como 100.000 libras o, en general, el valor del combustible multiplicado por 50.

Un riesgo para la seguridad

El petaqueo consiste en el suministro de combustible a las 'narcolanchas' que están intentando llevar los alijos hasta la playa. Gibraltar podrá considerar 'gasolineras flotantes' las embarcaciones que detecte con garrafas de gasóleo en las que suelen viajar un patrón y al menos una segunda persona encargada de entregar el combustible. Se trata de los grupos de apoyo de las redes del tráfico de drogas, que se encuentran en los escalafones inferiores.

Estas lanchas representan un riesgo para la seguridad, ya que transportan una carga fácilmente inflamable y estan a merced de los envites del oleaje y las condiciones marítimas. En ocasiones, se han producido muertes, como las ocurridas en mayo pasado cuando dos hombres que presuntamente se dedicaban a esta práctica se ahogaron en la zona del Campo de Gibraltar. Este caso provocó serios disturbios sociales en el municipio de La Línea de la Concepción.

La Guardia Civil desarticuló meses atrás una macrooperación que comprendía el tráfico de hachís y el abastecimiento de combustible de las 'narcolanchas'. Según el Gobierno de Gibraltar, el endurecimiento de la ley es consecuencia del "aumento de casos y la creciente peligrosidad” de estas redes de delincuencia. Además, pretende distanciarse con la imagen del tráfico de drogas. “Gibraltar y sus ciudadanos no quieren ser asociados ni tener nada que ver con ninguna actividad que favorezca el tráfico de drogas ilegales, ya sea en el ámbito logístico o cualquier otro. Nosotros no somos así. Gibraltar defiende otros valores”.