Bruno Neri o “Berni”, su nombre de guerra, fue un futbolista italiano que de los estadios pasó a las trincheras para combatir el fascismo de Mussolini y a los invasores nazis. Neri fue miembro de la resistencia italiana y aun siendo internacional por la selección azurra, luchó con sus armas llegando a morir en combate contra un grupo de soldados nazis en la Toscana. Pero antes de llegar a ese fatídico día del 10 de julio de 1944, cuando tenía 34 años, se hizo leyenda democrática al protagonizar un valiente y heroico acto de rebeldía contra el propio Mussolini al ser el único de los 21 futbolistas que en la inauguración del estadio en Florencia, se quedó con la mano impasible, quieta, en modo rebeldía y de rechazo al fascismo.

El hecho, que queda como símbolo de épica contra los fascismos, sucedió mientras que los 21 futbolistas que fueron titulares junto a Neri, salvo él, saludaban brazo en alto (el saludo romano imitado por el fascismo italiano) a los más de 10.000 aficionados que acudieron a un partido en conmemoración de la inauguración del estadio florentino contra un equipo austríaco con. Neri, valiente y coherente con sus convicciones, permaneció quieto e impasible. Todo un gesto, peligroso para él, que se convirtió en una imagen icónica del rechazo al fascismo que simbolizaba “Il Duce” y sus camisas negras.

Fichado por la Fiorentina

Bruno Neri nació el 12 de octubre de 1910 en Faenza, un pequeño municipio de la Emilia-Romagna. Desde temprana edad comenzó a involucrarse en la práctica del fútbol como mediocampista. Debutó en el primer equipo del Faenza con solo 16 años. Tal fue su exitosa evolución deportiva que, en 1929, la Fiorentina, tras pagar la “locura” de 10.000 liras, lo fichó. Jugó 219 partidos en la Serie A y otros tres con la selección italiana absoluta. Llegó a jugar en equipos de primer nivel como el Livorno, la Fiorentina o el Torino. A los seis meses del inicio de la Segunda Guerra Mundial, colgó las botas.

Amaba el arte, la lectura, la poesía y el arte

Fue un futbolista atípico para el prototipo de la época pues, sus grandes aficiones, además del deporte, eran el arte, la cultura o la política. Un futbolista muy particular, atento a la cultura y ávido lector, era habitual visitante de museos y galerías de arte de Florencia. Frecuentaba tertulias y se rodeaba de amigos conversadores y cultos como algunos periodistas y escritores.  

Símbolo de rebeldía contra el fascismo italiano

El mítico hecho que lo hizo todo un símbolo de rebeldía contra el fascismo italiano sucedió en el transcurso de la inauguración del estadio Giovanni Berta. Este nombre elegido para denominar el nuevo estadio, correspondía con un político fascista que, diez años antes, murió cuando un grupo de militantes comunistas lo empujaron de un puente colgante. El partido fascista decidió homenajearlo dándole su nombre en el lugar donde disputa sus encuentros la Fiorentina. Esa imagen, de un Neri que no secunda el saludo brazo en alto y se queda solo con sus brazos caídos, mientras que el resto de jugadores sí realizan el saludo romano mirando al palco, queda para la historia.

Berni futbolista

Cercano a la izquierda italiana

Bruno Neri, de convicciones claras, tuvo contacto con los movimientos de la resistencia y antifascistas cercanos a la izquierda italiana desde 1916. Luego de colgar las botas, ingresa en la ORI (Organización de Resistencia Italiana). Dejó Milán, donde había montado un negocio, y regresó a Faenza.

De nombre de guerra, “Berni”

El nombre adoptado como guerrillero fue el de “Berni”. Vinculado al OSS americano y al Comité de Liberación Nacional, su labor se desarrolló en el Batallón Rávena del cual llegó a ser segundo al mando. Berni protagonizó varias operaciones con dicho batallón, recuperando paracaidistas aliados que habían caído en terreno enemigo. Además de ello, su misión consistía también en recopilar información y realizar acciones de sabotaje en favor de la oposición.

Emboscada y muerte por un grupo de nazis

Y llegó el fatídico 10 de julio de 1944, cuando Berni contaba solo con 34 años. Al lado del cementerio de Gamogna, junto a un compañero -otro deportista jugador de voleibol alistado voluntariamente para la guerra- y cuando intentaban recuperar una lancha aérea aliada en un monte, cayeron fruto de una emboscada ante un grupo de 15 soldados alemanes. Ambos, valientes, intentaron hacerles frente, pero el destacamento nazi se parapetó detrás de un muro. Un fulminante disparo en la cabeza acabó con la vida de este héroe, mitad futbolista, mitad partisano.

Su figura ha sido reconocida en Italia. En 1946, tras la conclusión de la guerra y la derrota del fascismo, el ayuntamiento de su pueblo natal, Faenza, puso su nombre al Estadio Municipal de Piazza delle Armi. También en el lugar de nacimiento, cerca de su casa, existe una placa conmemorativa en su recuerdo con la siguiente inscripción: Aquí nació Bruno Neri, comandante partisano caído en combate en Gamogna el 10 de julio de 1944. Tras sobresalir como atleta de primer nivel, destacó en la acción clandestina, primero, y en la guerra de guerrillas, después, erigiéndose en un gran ejemplo para las futuras generaciones.

Berni o Bruno Neri, un futbolista-partisano, símbolo y ejemplo de rebeldía, coherencia, lucha y compromiso antifascista.