Después de varias semanas alejado del primer plano, Javier Ortega Smith volvía este fin de semana al foco mediático por la puerta grande, asegurando que el SARS-CoV-2 lo creó “el Gobierno comunista chino como arma biológica”, entre otras lindeces. Sin embargo, el secretario general de Vox no solo ha vuelto a ser protagonista por sus palabras, sino también por sus propiedades. En concreto, por una ubicada en Toledo y con vistas al Alcázar.

Tal y como publica 'El Español', el dirigente ultra presentó al Congreso en la Declaración de Bienes y Rentas un modesto apartado bajo el título de “finca” y ubicado en Toledo. Y efectivamente, Ortega Smith es propietario de una octava parte de esta propiedad, pero el término “finca” no termina de ser apropiado para un cigarral [el de Santa Elena] de nada más y nada menos que 23.000 metros cuadrados.

El citado medio informa que dicha propiedad fue adquirida por el bisabuelo del actual secretario general de Vox, Dámaso Fernández-Arias, en 1931 y desde entonces ha ido pasando de generación en generación. De esta manera, en la actualidad la mitad del cigarral pertenece al padre de este (ya fallecido) y la otra mitad se encuentra repartido entre Ortega Smith y sus otros tres hermanos.

Asimismo, El Español destaca que la propiedad podría incluso albergar irregularidades, puesto que aunque en el Catastro aparece que el cigarral tiene dos edificios, en la realidad tiene cinco. Además, en dicho registro no aparece ninguna de las últimas reformas que se han llevado a cabo en dicho lugar.