El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, ha señalado que si la incidencia del Covid-19 continúa como hasta ahora, con una “gravedad moderada” de los casos, los españoles podrán pasar “un buen invierno”.

Simón ha hecho estas declaraciones a los medios al concluir el acto inaugural de las VI Jornadas de Activistas y Salud Públicas, organizadas por el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina, donde ha indicado que “si no entran variantes nuevas y la efectividad de la vacuna se mantiene, no habrá que hacer grandes cosas”.

El epidemiólogo también ha comentado que España está aproximándose a un periodo con una incidencia “relativamente baja” y ha señalado que aunque la falta de restricciones y la movilidad de los contactos son mayores, “el impacto en hospitalizaciones y defunciones es mucho más bajo que el que había hasta ahora”.

¿El fin de las mascarillas?

Sobre la posibilidad de la retirada total de las mascarillas, el director del CCAES ha sostenido que utilizarlas en centros sanitarios “no es algo que deba someterse a debate” y ha opinado que “si se estira durante unos años más [en los centros sanitarios], mejor que mejor”.

Respecto al uso de las mascarillas en el transporte público, Simón ha dado su opinión, indicando que “desde el punto vista teórico”, “no tiene mucho sentido” utilizar mascarillas en este ámbito, “ya que hay muchos otros sitios donde la gente se expone a reuniones masivas, como conciertos, bares o las fiestas de los pueblos”. Por tanto, el epidemiólogo ha insistido en que “desde el punto de vista técnico no tiene mucho sentido el uso de mascarilla en el transporte público”, pero al mismo tiempo ha recordado que en Europa hay países que tras haber tomado la decisión de eliminarla de dicho ámbito, se han visto obligados a restaurar su uso por un aumento de la incidencia.

Así, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias ha dado lugar a la posibilidad de que se elimine su uso en los transportes, pero siendo conscientes de que si la evolución de los datos es negativa, podría ser necesario volver a implantar su uso.