María Carmen Durán, vicepresidenta de la Fundación Internacional Baltasar Garzón, es una profesora que fue fundadora de la Asociación 'Desperta Cambados' ('Despierta Cambados') de lucha contra el narcotráfico y ayuda al drogodependiente. Esta cambadesa, fue el nexo de unión entre las madres que alzaron la voz para visibilizar los efectos de las drogas en los años 80. Carmen continúa ejerciendo el activismo social en la lucha y la denuncia contra esta lacra y ha contextualizado para el Plural.com la exitosa serie 'Fariña'.

Carmen, después de haber visto la primera entrega de Fariña, usted que lo ha vivido en primera persona, ¿Es más ficción o realidad?

Partiendo de la base de que esta serie se basa en el libro del mismo nombre, hay una parte que está bien reflejada y es el paso del contrabando de tabaco al tráfico de drogas. En contraposición a la serie, el libro contextualiza mejor la época. Esto es, una economía de subsistencia de postguerra, donde existe una permisividad social con el estraperlo, que conllevó al contrabando y desembocó en el narcotráfico. De la misma manera, me ha faltado una parte social importante, como la gente del mar o del pequeño comercio, que no estaba de acuerdo con el contrabando, que apostaban por el trabajo digno y por la educación de sus hijos, mientras veían que todo se corrompía, al tiempo que se faltaba al respeto a la gente honrada. Yo soy hija de ese espectro social, me dedico a la enseñanza y nuestros valores eran otros que no se reflejan en ninguna parte. Somos gente que ejercimos y seguimos ejerciendo, como es mi caso, el activismo social porque consideramos que la educación es la base para cambiar el entorno.

Como gallega ¿se ha sentido representada en la visión de una sociedad que pudiera ser permisiva?

No, para nada. Esa sociedad que yo he representado, como es la de mis padres, somos hijas e hijos de la educación. Nuestras madres y padres creían que nuestra preparación cambiaría no solo nuestra vida, sino también el mundo. Yo asumí la representación del grupo de estudiantes universitarios que ya estábamos en contra del contrabando de tabaco. Sabíamos que esa gente se estaba metiendo en un bucle de dinero fácil y de ostentación. Una parte de la ciudadanía de mi generación, heredamos valores. Sabíamos que la cultura del “todo vale” no conducía a nada positivo. Éramos conscientes que una sociedad corrupta podría pervertir a la política.

El grupo social que representa Sito Miñanco, sí que era permisivo como se ha expuesto en la serie. Tenían menos recursos o estaban mal encauzados. Él empezó “fanfarroneando”, practicando el furtivismo y en ese entorno estaba bien visto. En contraposición, existía otro sector que teníamos conciencia del respeto por el trabajo de los demás y por el cuidado del mar. En el año 1975 , se produjo la primera manifestación en Cambados de mujeres que reclamaban el cuidado del banco natural de marisqueo de “O Serrido” y nosotros lo entendíamos. Sin embargo, había otra parte de la sociedad que no lo ponía en valor, lo que compartían con los dirigentes políticos de la época, ya que esto coincidió con las negociaciones de la entrada en la Comunidad Económica Europea. Aquella clase política infravaloró el mundo del mar y a su gente como eje vertebrador de la economía. Se perdieron empleos tradicionales, lo que facilitó que algunas personas desarrollaran este tipo de actividades ilícitas. Además en el plano educativo, también hubo mucha dejadez. El barrio de Santo Tomé, del que procede Sito Miñanco, no tuvo un colegio hasta el año 77 o 78.

¿Ha conocido a alguno de los principales cabecillas del narcotráfico en Galicia?

Si, conocí a Laurano Oubiña y a Sito Miñanco, que eran enlaces internacionales. Sabía de la existencia de contrabandistas como Terito, porque dirigía por aquel entonces la campaña de Alianza Popular (AP) en la zona.

Yo lo viví en el mundo de la educación y en la calle. Los estudiantes te contaban las cosas en clase. De hecho en una entrevista que me hizo Paco Lobatón en el año 1988, quienes me contaban lo que visualizaban en el entorno que les rodeaba eran mis alumnas y alumnos. Asimismo en la calle empezabas a ver los efectos de la drogadicción: enfrentamientos entre vecinos o la alteración social provocada por las muertes prematuras. Hay que tener en cuenta, que en Cambados se produjo la primera muerte por SIDA en el año 84, cuando nadie sabíamos lo que era.

La serie está basada en hechos judicialmente probados, narra secuencialmente el paso del contrabando al hachís y luego a la cocaína. Pero es evidente que a nivel social la heroína causó estragos.

Si. De hecho en la realidad, cuando se empezaron a ver los efectos de la heroína,como los que he relatado, las madres, los padres y la sociedad civil reaccionamosagrupándonos en asociaciones.

En la serie se visualiza la connivencia entre la política y el narcotráfico apuntado directamente a la época de Manuel Fraga ¿tiene constancia de esto?

Actualmente está demostrado que si financiaron campañas del PP. Había políticos del Partido Popular que estaban implicados y está demostrado.

Sin embargo los presidentes que se relacionaron con narcotraficantes, siempre han negado saber a qué se dedicaban.

Núñez Feijoo estuvo en la Consellería de Sanidad en los años 80 con Romai Beccaría. Una persona que no sabe la historia reciente de Galicia, no entiendo cómo puede llegar a presidir la Comunidad Autónoma. Por otra parte no todos los representantes institucionales del PP y estoy pensado en alcaldes, concejales o diputados, aunque supieran la relación de su formación con esta gente, no estaban de acuerdo.

Creo que en la primera época, en la que se produjo el contrabando de tabaco, lo aceptaron más, pero no en la del narcotráfico, porque ya existía una conciencia en la ciudadanía. De hecho en la época de Fraga había una comisión parlamentaria contra el narcotráfico.

Por otra parte, con respecto a las pruebas gráficas que existen de políticos en compañía de narcotraficantes, que luego dicen desconocer a qué se dedicaban, lo que constata, es que están complemente alejados de la realidad que tienen que gestionar por el bien de todas y de todos. Era un problema social donde estaba afectada toda la ciudadanía y la ostentación ponía de manifiesto a qué se dedicaba cada uno.