El sacerdote Enrique de Castro, bautizado y conocido popularmente como el 'cura rojo' o 'el cura de los pobres' por su incansable lucha contra la pobreza y por su trabajo con las personas marginadas desde la parroquia de San Carlos Borromeo, en el madrileño barrio de Vallecas, ha fallecido este miércoles 15 de febrero. 
El sacerdote ha fallecido tras no superar un cáncer en el Hospital Virgen de la Torre de la Villa de Vallecas. De Castro (Madrid, 1943) se licenció en Filosofía y Teología. Ordenado sacerdote en 1972 tras estudiar en el seminario de Comillas y procedente de una familia conservadora, De Castro inició su camino como cura en la parroquia de San Cosme y San Damián, en el barrio madrileño de Vallecas, que ya nunca abandonó. Autor de libros como Dios es ateo, La fe y la estafa y ¿Hay que colgarlos?, fue un referente en la lucha contra la marginación y la injusticia, en especial en la zona del sureste de Madrid.
Trabajó con los más desfavorecidos, los jóvenes con problemas de drogadicción, en exclusión social, y luchó en defensa de los vecinos del barrio de Vallecas, inmerso en plena reurbanización del barrio durante los años 70 y 80, y de los derechos de los inmigrantes a partir de los años 90.

Su enfrentamiento con el arzobispasdo

En 2007, De Castro tomó si cabe más relevancia por su enfrentamiento con el arzobispo de Madrid, Rouco Varela, que exigió el cierre de la parroquia de San Carlos Borromeo por no ajustar sus prácticas a la liturgia de la Iglesia. Los curas de la parroquia vallecana no solo acogían en su casa -y entre los bancos de la iglesia si era necesario- a expresidiarios, drogodependientes, inmigrantes o chavales de la calle, sino que también daban misa vestidos con ropa de diario y en formato asambleario, aceptaban a fieles de cualquier religión y repartían rosquillas en vez de obleas en el momento de la comunión.
La sociedad se volcó para evitar el cierre de la parroquia, un apoyo que culminó en una misa multitudinaria a la que acudieron numerosos medios de comunicación y personajes públicos como el periodista Gran Wayoming o el actor Willy Toledo.

Este episodio confirmó la dura postura que De Castro siempre había tenido contra el dogma de la Iglesia y que se tradujo en obras como su libro Dios es ateo y en su postura respecto a algunos temas controvertidos como el aborto, el uso de preservativos o el matrimonio homosexual, los cuales defendió ante unas jerarquías eclesiásticas que se mostraban en contra de todo ello.

Su famosa "misa de una"

Sin duda, uno de los momentos que más marcaban su liturgia era "misa de una". De una manera asamblearia De Castro compartía valores sobre la vida, la justicia y la esperanza, brindando con vino con las personas que acudían a la eucaristía y comulgando con alimentos como galletas, tortas, rosquillas, pan o lo que hubiera a mano siempre que se pudiera celebrar y compartir.

En la parroquia se congregaban personas de todas las religiones y clases sociales. Tanto cristianos, como musulmanes como ateos se unían al drogodependiente, al preso y el sin papeles y el fiscal. Todo el mundo era respetado por ser persona y no por su origen o creencias.

La despedida del párroco se celebrará este jueves, 16 de febrero, en el crematorio de la Almudena, a las 13 horas, según han informado desde la parroquia de San Carlos Borromeo.