Si usted consume más de once horas a la semana de sexo a través de los canales de Internet, podría ser una de las personas adictas al cibersexo, según el profesor de la Universitat Jaume I (UJI) de Castellón Rafael Ballester, coordinador de Salusex-Unisexsida, una plataforma digital para la evaluación y tratamiento virtual de este trastorno.

La plataforma, creada por la UJI y la Universitat de València, trabaja sobre una base de datos de cerca de 10.000 personas y concluye que la adicción al cibersexo afecta al uno o dos por ciento de la población, aunque una de cada cuatro personas podría tener un "perfil de riesgo" porque su consumo de este tipo de información "va más allá de lo esporádico".

Según ha explicado el profesor Ballester a EFE, la plataforma permite que cualquier persona, desde cualquier lugar del mundo, pueda realizar una primera autoevaluación para conocer si presenta un perfil de riesgo clínico o un uso meramente recreativo. Esta evaluación se contrasta, posteriormente, con una entrevista clínica, que también puede realizarse a través de la plataforma digital, y si el afectado precisa terapia puede hacerse tanto de forma presencial como por internet.

El profesor ha reconocido que no es fácil que los afectados busquen ayuda para superar su adicción debido al "estigma social que va asociado, pero la búsqueda de recursos terapéuticos ha ido aumentando con el tiempo y solo con doce sesiones pueden tener una solución a su problema".

Los síntomas de los adictos

En torno a un 20 o 25% de la población podría tener un "perfil de riesgo" porque su consumo de cibersexo va "más allá del esporádico y, si lo sigue utilizando, podría desarrollar una verdadera adicción". Las personas incluidas en este último estadío sí padecen "un problema clínico importante, porque consumen cibersexo durante más de once horas semanales, tiene una afectación en el ámbito laboral y personal, le resta horas de ocio, le genera una obsesión porque está deseando conectarse, y tiene impulsos irrefrenables o un síndrome de abstinencia cuando no tiene acceso".

El cibersexo y la pornografía es usado "mucho más por hombres que por mujeres", a las que la experiencia del visionado de imágenes de un acto sexual "les satisface más bien poco y disfrutan más de los chat sexuales, que requieren una interacción", según explica el profesor.

Por edades

"Hay una diferencia enorme" entre hombres y mujeres en las edades más tempranas, según Ballester, que indica que de 14 a 18 años son muchos más hombres quienes consumen cibersexo; a partir de los 18 se va incrementando el número de féminas, y entre los 25 y 26 años se iguala el consumo entre ambos sexos. Sin embargo, añade, "cuando preguntas si suelen masturbarse viendo material a través del cibersexo, esa igualdad no se produce y la experiencia a las mujeres no les resulta igual de excitante que a los hombres".

A juicio de exte experto, esa diferencia es debida a que "la pornografía es un producto muy machista, hecho por hombres y pensando en hombres y donde la mujer queda relegada a un objeto sexual para satisfacción del hombre", a diferencia de los países nórdicos, donde se crea más porno hecho por y para mujeres y los consumos son más altos.

Menores expuestos a contenidos para los que no están preparados

El profesor ha advertido de que el consumo de pornografía se está produciendo cada vez a edades más tempranas, cuando los adolescentes no tienen una educación sexual adecuada para entender los contenidos que ven. De hecho, el 25% de los menores que ven imágenes pornográficas de forma involuntaria "se sienten muy impactados, asustados y pueden llegar a tener pesadillas".

El experto defiende que se imparta educación sexual en los colegios a partir de los 9 años y haya un mayor control paterno al acceso de estos contenidos, aunque afirma que no hay que "satanizar la pornografía".

Las niñas acceden porque sus novios lo piden

Según explica, han encontrado casos de chicas muy jóvenes que han "hecho cosas con su pareja que en realidad no querían hacer, como sexo anal, y al preguntarle a ella por qué lo hizo contesta que porque el chico se lo pidió, y él afirma que es porque lo ha visto en internet".