En España, una de las preocupaciones más comunes entre quienes se quedan sin trabajo es su futura jubilación. Al encontrarse en situación de desempleo, los trabajadores optan la prestación contributiva más comúnmente conocida como el paro, que se solicita en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). No obstante, surgen ciertas dudas una vez se está recibiendo esta prestación, siendo una de las más repetidas: ¿se cotiza para la jubilación mientras se cobra el paro?

La respuesta es afirmativa, al quedar desempleado, el trabajador que cobre el paro seguirá realizando cotizaciones a la Seguridad Social, lo que tiene implicaciones significativas para su futuro financiero a largo plazo. Estas cotizaciones no son solo para la jubilación, sino también para la incapacidad temporal, invalidez, muerte y supervivencia, asistencia sanitaria, y apoyo en casos de maternidad, paternidad, y cuidado de menores con enfermedades graves.

En este caso, el SEPE asumirá un papel similar al de un empleador que gestiona y aporta las cotizaciones necesarias. Es importante recordar que las prestaciones por desempleo se consideran ingresos sujetos a la retención del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), al igual que un salario.

¿Los subsidios por desempleo cotizan también para la jubilación?

Los beneficiarios de subsidios por desempleo generalmente no cotizan a la Seguridad Social, aunque existen ciertas excepciones, como aquellos trabajadores que cobren la ayuda para mayores de 52 años, que seguirán cotizando para la jubilación, pero no por otras contingencias. En este contexto, seguirán cotizando para la jubilación:

  1. Los trabajadores que reciban el subsidio para mayores de 52 años
  2. Los trabajadores fijos discontinuos mayores de 52 años cuyo desempleo inició antes del 2 de marzo de 2022.
  3. Los trabajadores fijos discontinuos menores de 52 años, con un desempleo iniciado antes del 2 de marzo de 2022 y que hayan cotizado al menos 180 días. En este último caso, solo se cotiza por jubilación durante los primeros 60 días.

La base de cotización en estos casos es el 125% del tope mínimo de cotización a la Seguridad Social para los mayores de 52 años, y el tope mínimo vigente para los menores de 52 años durante los primeros 60 días.

La importancia de cotizar estando en paro

El hecho de seguir cotizando mientras se cobra el paro tiene grandes beneficios. No solo se preservan los derechos a las prestaciones de la Seguridad Social, sino que también se contribuye al cálculo de la pensión de jubilación. Esto es vital, ya que los periodos sin cotización pueden disminuir tanto la cuantía como la duración de la pensión futura.

Además, en el caso de tener un hijo durante este periodo, se tiene derecho a suspender temporalmente el paro para cobrar la prestación por maternidad o paternidad. Esto permite a los beneficiarios combinar las prestaciones por desempleo con las de paternidad o maternidad, extendiendo el periodo de apoyo financiero proporcionado por el Estado.

En definitiva, el sistema de Seguridad Social en España ofrece una red de protección para aquellos que se encuentran en situación de desempleo, asegurando que sigan contribuyendo a su futura jubilación. Esta medida no solo beneficia a los individuos directamente afectados, sino que también refuerza la sostenibilidad del sistema de pensiones a largo plazo. Es una muestra de solidaridad y previsión, asegurando que los periodos de adversidad laboral no comprometan el bienestar futuro de los ciudadanos.

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