La cabalgata de los Reyes Magos celebrada en Arenas de San Pedro (Ávila) el pasado sábado, 4 de enero, concluyó con un desafortunado incidente que ha suscitado un amplio debate en torno a la planificación y ejecución de eventos públicos que involucren animales. La estampida de un grupo de bueyes, desencadenada por el estruendo de la pirotecnia y el griterío de la multitud, dejó como resultado un hombre herido.,
Según relatan los testigos presenciales, el impacto acústico generado por los petardos alteró a los animales, quienes, en su huida descontrolada, escaparon del control de los pastores designados. Durante esta fuga, uno de los bueyes causó una lesión en el brazo de un hombre, quien tuvo que ser trasladado de urgencia en ambulancia para recibir atención médica. Este incidente generó una notable repercusión en redes sociales, donde numerosos usuarios criticaron la aparente falta de previsión y la combinación de elementos potencialmente peligrosos, como los animales y los artificios pirotécnicos, en un evento público de esta naturaleza.
En el ámbito político, la concejala del PSOE en el Ayuntamiento de Arenas de San Pedro, María del Carmen Iglesias, censuró duramente la gestión del equipo de Gobierno municipal, liderado por el Partido Popular. Iglesias calificó esta gestión de "soberbia y carente de responsabilidad", argumentando que pudo haber ocasionado consecuencias más graves. Por su parte, el portavoz socialista en el consistorio, Felipe Lozano Bettero, denunció que el alcalde, Juan Carlos Sánchez Mesón, infringió lo estipulado en el artículo 65 de la Ley de Protección Animal, que explícitamente prohíbe la participación de animales en eventos festivos que incluyan el uso de pirotecnia.
¿Sabéis que pintan animales, petardos y política en una cabalgata de reyes? Exacto, cero.
— Pau 💢 (@wiwi_saiz) January 5, 2025
Cabalgata de Reyes en Arenas de San Pedro 📍pic.twitter.com/OJIoRtYcmp
El incidente también provocó reacciones encontradas entre los habitantes de la localidad. Videos compartidos en redes sociales reflejan el descontento de algunos asistentes, quienes expresaron su indignación con frases como "es normal" y "¡iros a la mierda!", evidenciando el malestar generalizado con la organización del evento.