Tras el reciente robo del Louvre, muchos se han preguntado si España es un lugar seguro para nuestro patrimonio histórico. El patrimonio de nuestro país se caracteriza por ser diverso y extenso, yendo desde la prehistoria hasta la época contemporánea. Además, contamos con 50 lugares inscritos como Patrimonio de la Humanidad, entre los que encontramos la Alhambra de Granada, la Catedral de Santa María de Burgos o el Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, entre otros muchos más.
El arte ha sido testigo de los problemas sociales o políticos en muchas ocasiones. Activistas de distintos países han optado por hacer eco de temas sociales a través de distintas piezas características e importantes en el mundo. A todos les pilló por sorpresa en 2022 el ataque al cuadro de Van Gogh, Los Girasoles, en la National Gallery de Londres, aunque ahora ya no asombra ver una obra llena de salsa o pintura.
Marc Balcells Magrans es actualmente profesor en la Universitat Oberta de Cataluyna en los Grados de Derecho y Ciencia Política, además, dirige en Grado de Criminología. Su actividad como investigador aborda los delitos contra el patrimonio cultural y su inserción en la delincuencia transnacional e internacional. Es experto en el análisis criminológico del expolio arqueológico y el tráfico ilícito de este tipo de patrimonio.
La amenaza que vive el arte nos afecta a todos, donde especialistas en el tema como Marc Balcells proponen soluciones sencillas como la educación en el valor del patrimonio.
Cuando le preguntamos a Marc Balcells si existe suficiente conciencia social y política sobre la importancia de proteger el patrimonio cultural, él responde con un no rotundo. Además, argumenta que si se hace una encuesta de victimización o de preocupación contra el delito, no va a salir por parte de la sociedad lo victimizado que está el patrimonio cultural español. Defiende que de este sector "se encargan unas pocas personas desde el mundo del patrimonio cultural y la policía". Destaca también la "instrumentalización política" que se está observando con el reciente tema del robo del Louvre, ya que hace 15 años pasó exactamente lo mismo en el museo de la Villa de París de Arte Moderno y nadie se echó las manos a la cabeza, ni tampoco, se pusieron los guantes de boxeo como han hecho ahora los políticos. "Ahora se está diciendo que el robo del Louvre es una sintomatología de factores, donde todos los partidos pugnan para sacar la mejor tajada de este robo, lo cual es patético porque una operación policial como es un robo está siendo entorpecida por declaraciones políticas", apunta el experto.
En un mercado del arte terriblemente capitalista que pone precio a cada pieza, hace que se elimine ese conocimiento científico de identidad nacional
Respecto a si la legislación española y europea actual es adecuada para combatir el tráfico ilícito de arte y patrimonio arqueológico, Marc argumenta que ellos tienen un código penal, una legislación administrativa sancionadora, y, los tratados internacionales. Dentro de los tratados internacionales encontramos el Tratado de la Unesco de 1970, los Principios de Washington, además de las directivas de la Unión Europea. "Las últimas legislaciones son relativamente recientes, el problema es que están más enfatizadas hacia el blanqueo de capitales y el financiamiento del terrorismo a través del patrimonio artístico", asegura.
El profesor defiende que "sí que hay un buen marco jurídico, aunque como todo marco jurídico es mejorable": "Hace tiempo que se lleva hablando de mejorar el código penal en temas de proteger mucho mejor y sancionar también de manera más importante lo que sería el expolio arqueológico y la destrucción de patrimonio cultural".
En la actualidad, la tecnología ha tenido un impacto en la expansión del tráfico ilícito de arte. La solución que defiende Marc, es, sobre todo, "hacer de cierta manera más responsables a las páginas": "Temas como la Deep Web no tienen la necesidad de intervenir, porque el nivel de preocupación por adquirir una pieza de este tipo es muy bajo por parte de los coleccionistas". Además, dentro de las páginas donde se produce la compra-venta de estos artículos, la gran mayoría son "piezas falsificadas", lo que da pie a que cierta literatura defienda que haya un mercado en Internet. "Mientras ellos saquen dinero de este mercado, no tendrán porqué necesitar saquear yacimientos arqueológicos", añade. Por el momento, el rol de Internet está muy contestado, por lo que, no tiene que tener un efecto negativo si lo que vendes son falsificaciones. "Lo que verdaderamente es importante, es que, muchas empresas que defienden que van a tomar medidas para evitar que los bienes falsificados se vendan, tomen estas medidas", reflexiona.
Como solución a este tipo de delitos, Marc, propone la "educación" y la "sensibilización ciudadana" en la prevención de exposición y del tráfico ilícito de patrimonio. Relata que "es una muy buena política" que, al contrario que otras, resulta "fácil de aplicar, debido a que no requiere de mayorías parlamentarias ni modificaciones de cambios penales". "Es importante concienciar al coleccionista, en especial al joven, de que no todo vale para la compra de arte", sentencia.
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