El sarcófago que acompañará a los restos de la Reina Margarita II de Dinamarca -que tiene 78 años y aún vive- ya está instalado en la Capilla de Santa Brígida de la Catedral de Roskilde, donde reposan los restos de casi 40 reyes daneses, desde la Edad Media hasta ahora. 

Símplemente "sarcófago"

La preparación del monumento funerario ha durado 15 años, comenzando ésta en 2003, cuando el prestigioso escultor danés Bjørn Nørgaard recibió el encargo de crear un sepulcro moderno que pudiera encajar con el resto de tumbas reales de Roskilde. El escultor,según indican los servicios de prensa de la Casa Real Danesa, se ha mantenido en todo momento en estrecho contacto con la Reina y el Príncipe Enrique (hasta el momento del fallecimiento de éste) acerca de cómo debía ser el diseño, al que ha llamado simplemente "sarcófago". 

El conjunto escultórico-funerario representa los esfuerzos conjuntos de la Reina y el Príncipe a lo largo de 50 años. Y la decisión de Enrique de no ser enterrado junto a su esposa -al no tener el rango de Rey consorte- no ha influido en los trabajos, según afirman desde la Casa Real. 

Los tres pilares de la unidad danesa

La base está esculpida en arenisca de Francia y los tres pilares que sostienen el sarcófago son de granito danés, basalto de las Islas Feroe y marfil de Groenlandia, respectivamente. Las cabezas de elefante de los pilares están labradas en plata. El sarcófago en sí mismo es de vidrio enfriado en molde, con un espacio hueco en su interior, esculpido como las figuras de Margarita y Enrique. En su parte superior aparecen alegorías del reinado y símbolos heráldicos en bronce. La Reina descansará en una cripta situada debajo del conjunto escultórico. 

El coste de este monumento funerario es de tres millones de euros, de acuerdo a la partida presupuestaria que el Parlamento Danés destinó para ello. Y, según un medio danés, es "una de las pocas obras públicas que no se ha pasado del presupuesto". 

La Catedral de Roskilde es el lugar destinado a enterramientos reales desde el año 1.400, casi el equivalente danés de nuestro Monasterio de El Escorial.