“El daño está en el humo, no en la nicotina”. Es la advertencia que lanzó el británico Clive Bates, una de las voces más influyentes en políticas de control del tabaquismo, en el 8º Congreso de Reducción de Daños del Tabaco, celebrado esta semana en Atenas. Este experto recordó que fumar provoca cada año más de siete millones de muertes prematuras en el mundo, lo que convierte al tabaquismo en una de las principales amenazas de salud pública A su juicio, el Convenio Marco para el Control del Tabaco de la OMS “se ha convertido en un esfuerzo antinicotina en lugar de un esfuerzo antitabaco”, desviándose del propósito original de salvar vidas.
Clive Bates fue director de la organización Action on Smoking and Health del Reinio Unido, donde defendió la necesidad de combinar prevención, regulación y alternativas más seguras al cigarrillo convencional. Ha sido también asesor de Tony Blair, diseñando políticas estratégicas y en la actualidad está al frente de una consultora especializada en salud, medio ambiente y políticas de reducción de daños.
Durante su intervención en el Congreso de Atenas recalcó que la evidencia científica demuestra que alternativas como el snus, los cigarrillos electrónicos o el tabaco calentado pueden reducir drásticamente la mortalidad asociada al tabaquismo. En este sentido, tachó de "error" que la OMS siga apostando por las prohibiciones en lugar de la sustitución hacia productos de menor riesgo. Su discurso llega en la antesala de la celebración de la COP11 del Convenio Marco para el Control del Tabaco de la OMS, que este año celebra su 20 aniversario. La conferencia se celebrará en Ginebra entre el 17 y el 22 de noviembre.
"Tenemos que volver al objetivo inicial", enfatizó. "Hay una única gran idea: transformar el consumo de nicotina de un comportamiento de alto riesgo a uno de bajo riesgo". El experto enumeró cinco desvíos que, según dijo, han desnaturalizado la estrategia: comparaciones de riesgo erróneas entre cigarrillos y productos novedosos; foco excesivo en la nicotina; atención casi exclusiva a los jóvenes; obsesión con la industria; y prohibiciones de alternativas menos dañinas.
Clive Bates durante su participación por videoconferencia en el VIII Congreso sobre Reducción de Daños del Tabaquismo (Foto: Score)
Bates defendió que “la evidencia de que las prohibiciones no funcionan es abrumadora” y citó ejemplos donde el veto ha alimentado el mercado ilícito, frente a países como Suecia, Japón o Reino Unido, donde la sustitución hacia productos sin combustión ha desplazado el consumo de cigarrillos tradicionales. Especialmente significativo es el caso sueco, donde la prevalencia del tabaquismo se ha reducido al 5%, la tasa más baja de la Unión Europea, gracias al uso generalizado del snus y las bolsitas de nicotina.
Desinformación y mitos sobre las alternativas sin humo
El panel moderado por el cardiólogo griego Konstantinos Farsalinos puso el foco en la desinformación. Participaron como ponentes el bioquímico italiano Giovanni Li Volti, el cardiólogo indio Rohan Savio Sequeira y el activista irlandés Damian Sweeney. Toods ellos coincidieron en que la comunidad científica, los profesionales de la salud y los medios de comunicación han contribuido a la desinformación sobre las alternativas al tabaco convencional, a pesar de las evidencias científicas que demuestran lo contrario.
Damian Sweeney confesó que él no creía en las alternativas hasta que su hermano cambió los cigarrillos convencionales por el vapeo. Según explicó, tras comprobar una evidente mejora en la salud de este familiar, empezó a investigar y descubrió que su punto de vista estaba "completamente equivocado". "La desinformación sobre la nicotina es tan mortal como fumar", aseguró contundente y recordó cómo en su país, Irlanda, el descenso del tabaquismo se estancó cuando las autoridades equipararon el vapeo al cigarrillo convencional.
Por su parte, Giovanni Li Volti lamentó que durante años solo se haya mostrado "el lado oscuro de la nicotina", incluyo por parte de profesionales de la salud, que la asocien "erróneamente" a cáncer y enfermedad cardiovascular. Sus datos preclínicos comparando combustión, productos calentados y nicotina aislada apuntan a un culpable claro: “son los productos de la combustión los que deterioran la respuesta fisiológica”.
Desde India, el endocrinólogo Rohan Andrade Sequeira describió un escenario crítico, con alta prevalencia de cáncer oral entre fumadores de tabaco convencional. “El 90% de mis pacientes vuelve a fumar incluso tras cirugías mayores. Hasta que no haya alternativas más seguras disponibles, estarán atrapados en ese ciclo”, lamentó. Pese al grave problema del tabaquismo en India, el gobierno prohibió no solo los cigarrillos electrónicos sino también la investigación. "El gobierno creó el problema al prohibir las alternativas… y aun así fue felicitado por la OMS. Es como si un médico le dice a un paciente obeso que come a diario un kg de grasas, que no consuma fruta porque tiene azúcares y que lo que debe hacer es ayunar”.
Antes de Ginebra: lo que piden a la OMS
Con la COP11 a la vuelta de la esquina, el congreso de Atenas cristalizó un mensaje común: integrar la reducción de daños como pilar —junto a prevención y cesación— en la lucha contra el tabaquismo. “La evidencia es innegable: cambiar de cigarrillos a productos de nicotina menos dañinos puede salvar vidas”, defendió el cardiólogo Ignatios Ikonomidis, presidente de SCOHRE (la Asociación Internacional de expertos independientes en control del tabaquismo y reducción de daños), que organizó el evento.