Dani, de ocho años, sufre un retraso psicomotor y cognitivo pero ello no le ha impedido ser bautizado en la práctica del surf. De la mano de Alberto, Voluntario de ”la Caixa”, ha podido subirse por primera vez a una tabla de surf. “Lo traemos medio engañado”, bromea Alberto quien desde hace año y medio colabora con Solo Surf, una asociación independiente de profesionales de carácter sociocomunitario, que desarrolla y promociona programas acuáticos para personas con diversidad funcional.

Especializados en la enseñanza de la surfterapia, esta asociación es pionera en el desarrollo de programas centrados en la actividad acuática terapéutica para niños, jóvenes y adultos con autismo y diversidades funcionales mentales. 90 monitores, 140 niños y más de 20.000 horas de trabajo avalan el proyecto de esta entidad que se creó en el 2005, con el único referente de un experimento similar que había comenzado a funcionar en las playas de California (Estados Unidos).

El pequeño Dani logró subirse jaleado por los monitories al grito de “¡Valiente! ¡Valiente!”. Para Alberto también ha sido una de las experiencias más grandiosas que ha vivido.

Si quieres saber más sobre el bautismo de Dani y la surfterapia, pincha aquí para acceder al reportaje completo en la revista social social Alma.