¿Subrayar los apuntes sirve para memorizar? ¿Volver a escribirlo mejora el aprendizaje? Son muchos los estudios que existen sobre las técnicas de estudio para los jóvenes pero una de las más recientes es especialmente clara en las fórmulas que sí demuestran estar relacionadas con un buen desempeño educativo y otras que, aunque lo pueda parecer, no lo están tanto. Y es que el 80% de los alumnos analizados para un estudio asegura que no han sido formados en métodos para estudiar.

No todo vale para estudiar

Este sábado 06 de julio ha salido a la luz la mayor investigación realizada en España al respecto de las técnicas de aprendizaje que utilizan los estudiantes de secundaria de nuestro país y se ha publicado en la prestigiosa la revista Cognitive Research: Principles and Implications. El trabajo de campo se realizó con una muestra de 3.414 jóvenes en 2023 en 27 centros educativos concertados de Cataluña situados en diferentes entornos, dando "una muestra altamente diversa en términos socioeconómicos".

La indagación -que ha sido realizada por Héctor Ruiz Martín, director del International Science Teaching Foundation y autor de diversos libros sobre el aprendizaje, la memoria y el cerebro; Marta Ferrero, vicedecana de Investigación de la Facultad de Educación de la Universidad Autónoma de Madrid; y Fernando Blanco, profesor de Psicología Social en la Universidad de Granada- ha contado mayoritariamente con estudiantes de la ESO pero también con algunos de Bachillerato

Tras analizar dos encuestas -una sobre sus estrategias de estudio y otra sobre "sus actitudes y creencias" sobre el aprendizaje- y con las calificaciones finales de todas las materias de cada uno de los más de 3.400 chavales, esta investigación confirma que técnicas empleadas por los mismos alumnos, como releer y subrayar los apuntes, copiar contenido del libro o intentar memorizarlo todo al pie de la letra no dan el buen resultado que ellos creen.

Cabe señalar que el 80% de los alumnos que participó en este estudio ha asegurado que nunca han sido formado en métodos de estudio, pero sí hay fórmulas que demuestran ser útiles para el aprendizaje. En concreto, los métodos que buscan tratar de dar un significado propio a lo que se aprende o recuperar de la memoria lo estudiado como si de un examen se tratara van de la mano de forma clara con un buen desempeño educativo.

De esta forma, una de las principales conclusiones de este estudio es que los métodos que son poco exigentes cognitivamente, como puede ser releer varias veces el mismo texto, subrayar o copiarlo de nuevo, no correlacionaron con el desempeño. Lo mismo ocurre con la memorización al pie de la letra, sin embargo, estos son precisamente las técnicas más extendidas entre los jóvenes españoles. Entre tanto, hace tan solo un mes que comenzó en nuestro país un estudio para mejorar la comprensión lectora de los niños.

Técnicas de estudio que funcionan y las que no

En el otro lado se encuentran las técnicas basadas en la "elaboración" y la "evocación", dos estrategias respaldadas por la ciencia y que sí demuestran un resultado positivo en el desempeño. Mientras la primera consiste en entender, conectar con otros conceptos o usar tus propias palabras para explicar mentalmente lo estudiado, lo segundo pasa por intentar rememorar lo aprendido explicando el tema a otra persona, hacer esquemas sin mirar el libro o autorealizarse exámenes.

Hay un tercer caso curioso. Y es que hay una tercera estrategia que ha demostrado ser eficaz por la ciencia durante más de un siglo pero no por este estudio. Se trata de la práctica espaciada, que consiste en estudiar varias veces un tema dejando pasar cierto tiempo entre ellas, sin embargo, no se correlacionó con un buen desempeño. "Los exámenes pueden no medir el aprendizaje transferible a largo plazo sino que reflejan la capacidad de recordar información durante un corto período de tiempo", puntualiza la publicación.

Captura de una investigación sobre técnicas de estudio. Cognitive Research Journal

Captura de una investigación sobre técnicas de estudio. Cognitive Research Journal

Así, esta práctica suele ayudar a un aprendizaje a más largo plazo pero puede no ir de la mano con un buen resultado en los exámenes. Lo contrario ocurre con la práctica masificada -la de concentrar todo el estudio poco antes del examen, como el día de antes-, que sí es efectiva en el corto plazo pero no conduce a aprendizajes profundos y duraderos. Eso sí, tampoco correlacionó con el desempeño cuando se analizó con las notas.

Además, la ansiedad ante los exámenes también mostró "una correlación negativa con la práctica espaciada", es decir, que se reduce dado que da la sensación de estar estudiando desde hace más tiempo y, por lo tanto, se tiene más tiempo para llegar a la evaluación. Por su parte, este análisis también ha mostrado una buena relación entre la "elaboración" y la "evocación" con la autoeficacia, es decir, la confianza de los estudiantes en su capacidad de estudio y de aprobar. 

Otro de los resultados curiosos de este informe tiene que ver con utilizar la música para estudiar, algo que hacen uno de cada cuatro estudiantes. Para los investigadores esto no es aconsejable dado que ha demostrado una correlación negativa con el rendimiento educativo. Sí detallan que si la música es relajante y sin letra sí podría resultar útil a aquellos estudiantes que no pueden estudiar en un lugar tranquilo, lo que serviría para tapar ruidos más molestos.

 

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