El fomento en Alcorcón de los centros que separan a los alumnos por sexo, y además son concertados, ha provocado que se llegue al punto de que en Formación Profesional (FP) de Grado Medio sólo las chicas estudien “Confección y Moda” y “Cocina y Hostelería”. Para los chicos, en cambio, se ofrece Informática y Telecomunicaciones.

Según ha denunciado Ganar Alcorcón, en la ciudad que gobierna el polémico David Pérez, del Partido Popular, los hombres no pueden estudiar confección o cocina en los centros públicos. No hay ningún instituto sostenido con fondos públicos que lo oferte. La única opción es el centro concertado-privado Fuenllana y a él sólo pueden acceder estudiantes femeninas.

 

Si un hombre quiere estudiar confección, por ejemplo, tiene que desplazarse hasta Madrid capital, denuncia Ganar Alcorcón. "No puede ser que por darle el dinero público a un ente privado discriminen por razón de sexo en un asunto tan importante como la educación", ha denunciado Jesús Santos, portavoz del partido, quien cree que “se vulnera la libre elección del centro propugnada en la LOMCE y en la Constitución".

Este centro en cuestión, Fuenllana, no deja de crecer en la ciudad. En cuatro años, de 68 alumnas ha pasado a 172, según cuenta la SER.  "Hay un trato de favor hacia los centros concertados por parte de la Comunidad de Madrid", dice Santos. La prueba está en que la oferta de plazas es prácticamente similar entre la educación pública y la pública concertada. En el pasado curso se dieron 633 plazas en la pública y 616 en la privada-concertada.

Ganar Alcorcón cree que “hay un claro reparto de roles para chicas y chicos” en las ofertas extraescolares. En el Colegio Andel, sólo para chicos, la oferta es de baloncesto, fútbol-sala, fútbol 7, judo y multideporte, mientras que en Fuenllana, sólo de chicas, hay actividades como drama en inglés, voleibol, cocina y pastelería, guitarra, patinaje o baloncesto.

Es la última polémica sexista en una ciudad cuyo alcalde se negó a dimitir después de señalar que “hemos llegado al siglo XXI todavía con ese feminismo rancio, radical, totalitario…” y que los colectivos feministas están formados por “mujeres frustradas, mujeres amargadas…”.